Cuando el Tercer Mundo tuvo voz

27 de Septiembre de 2021

Fidel Castro Ruz dio, con su alocución en la ONU, voz al Tercer Mundo. Foto: Tomada de la web Granma

El reloj marcaba las 2:40 pm del lunes 26 de septiembre de 1960 cuando, un joven vestido de guerrillero, arribó a la entrada principal del edificio de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Nueva York. Era el Jefe de la Revolución Cubana, el entonces Primer Ministro Fidel Castro Ruz, quien por primera vez en la Asamblea General de la ONU, alzaría su voz a favor de los pobres y la paz mundial.

 

Reseña la prensa de la época que cuando le correspondió su turno, Fidel se puso de pie, con pasos largos y firmes se dirigió hacia el podio, tomó dos sorbos de agua y comenzó el discurso que hizo historia. Cuba entera seguía su accionar a través de la televisión y la radio.

 

“Eso sí, nosotros vamos a hablar claro”, fueron las primeras palabras que pronunció, acaparando rápidamente la atención de los representantes de la comunidad internacional.

 

Durante su alocución, subrayó la necesidad del pueblo cubano a la autodeterminación, la defensa, la soberanía y el desarrollo cuando acotó:  (...) “Se habla del deseo universal de paz, que es el deseo de todos los pueblos y, por tanto, el deseo también de nuestro pueblo, pero esa paz, que el mundo desea preservar, es la paz con que nosotros los cubanos no contamos desde hace rato”.

 

Denunció los problemas globales de paz y desarme: (...) “Las guerras, desde el principio de la humanidad, han surgido, fundamentalmente, por una razón: el deseo de unos de despojar a otros de sus riquezas. ¡Desaparezca la filosofía del despojo, y habrá desaparecido la filosofía de la guerra! ¡Desaparezcan las colonias, desaparezca la explotación de los países por los monopolios, y entonces la humanidad habrá alcanzado una verdadera etapa de progreso!”

 

“Hay que desenmascarar a los que negocian con la guerra, a los que se enriquecen con la guerra. Hay que abrirle los ojos al mundo, y enseñarle quiénes son los que negocian con el destino de la humanidad, los que negocian con el peligro de la guerra, sobre todo cuando la guerra puede ser tan espantosa que no queden esperanzas de liberación, de salvarse, al mundo.”

 

Sus vibrantes palabras, que generaron una fuerte y prolongada ovación, fueron interrumpidas unas treinta veces por los aplausos de los delegados a la Asamblea General de la ONU.

 

Todavía hoy, el discurso pronunciado por Fidel figura entre los más prolongados en ese organismo multilateral. No es su extensión lo que más trasciende de aquella disertación memorable, sino su enérgica posición, en nombre de Cuba, contra la brutal filosofía de la guerra, que mantuvo en vilo a todas las delegaciones presentes en el cónclave mundial, salvo la de Estados Unidos que se retiró del plenario.

 

La imagen y la voz de aquel joven rebelde, parado firme por primera vez en la tribuna de la ONU, con su traje de campaña y exponiendo irrebatibles verdades, legó para la historia, huellas profundas del espíritu antimperialista y el afán por la justicia que han acompañado siempre a la Revolución Cubana. El uniforme verde olivo realzaba aún más su figura. Sus palabras devinieron denuncia a la injerencia en la región y a la prepotencia que sigue imponiendo a escala internacional Estados Unidos.

  • El discurso y el líder recibieron prolongadas ovaciones. Foto: Tomada de la web Granma

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