EEUU desata contra Venezuela estrategias de la Guerra Fría. (II)

05 de Noviembre de 2025

Foto: Cortesia del autor.

 

Cómo entender esta estrategia de máxima presión

 

Lo que Trump está haciendo hoy contra Venezuela no es nuevo. Se trata de una estrategia común durante la Guerra Fría, conocida como brinkmanship o «política del borde del abismo»1.

 

En ella, un actor, EEUU en el caso que analizamos, «fuerza la interacción con un adversario hasta el umbral de la confrontación, para obtener ventajas sobre este. Se caracteriza por decisiones políticas agresivas y arriesgadas que incitan al desastre»2.

 

El término apareció por vez primera en la revista estadounidense Life, en 1956, cuando el entonces secretario de Estado, John Foster Dulles, afirmó que en diplomacia «la capacidad de llegar al límite sin entrar en la guerra es el arte necesario… si temes llegar al límite, estás perdido»3. Es decir, se propician tensiones y amenazas al máximo, para lograr concesiones o imponer condiciones, sin llegar a la guerra… si la otra parte cede.

 

La Crisis de Octubre de 1962, también en el Caribe y por estas fechas, constituyó uno de los muchos ejemplos de brinkmanship entre la URSS y Washington, donde el mundo estuvo al borde de un conflicto nuclear.

 

Ahora la amenaza se cierne sobre Venezuela

 

La acumulación de fuerzas de Estados Unidos en el Caribe, junto con la retórica confrontacional y las amenazas diarias contra Venezuela, representan un peligroso ejemplo de esta «política del borde del abismo», que implica riesgos graves para la estabilidad de la región.

 

El despliegue del portaaviones Ford y el consecuente reforzamiento del dispositivo militar estadounidense envían un mensaje de amenaza creíble contra Venezuela y otras naciones de la región, entre las cuales incluimos a Cuba y Nicaragua, además de Colombia. Los vínculos de los tres primeros países con adversarios de EE.UU como China y Rusia, no pueden ignorarse a la hora de valorar qué hace Washington hoy en el Caribe.

 

Esas acciones buscan aislar y debilitar al gobierno venezolano, para generar cambios políticos favorables a EE.UU, que abiertamente apoya a la oposición e insta a los militares a derrocar al gobierno de Maduro. Sería esta la opción ideal, pues no implicaría para Washington el empleo de sus tropas.

 

Sin embargo, la aplicación del brinkmanship incrementa la tensión y eleva el peligro de un error o un incidente que desate un conflicto mayor, en particular porque el gobierno bolivariano no ha cedido a las presiones imperiales. Un error de cálculo, un incidente no deseado o hasta fabricado pueden conducir a un enfrentamiento militar en el Caribe, con consecuencias severas.

 

Al orquestar esa estrategia, EE.UU y sus líderes no toman en cuenta, o ignoran a conveniencia, el daño sobre la población civil, que una vez más será identificada como «daños colaterales»; obvian el impacto sobre la estabilidad regional, pues países del área pueden verse arrastrados al conflicto; se obvia en esa ecuación guerrerista el impacto que una agresión a Venezuela puede tener para la región, por su cercanía al canal de Panamá y otras rutas marítimas de importancia, por ejemplo.

 

Se impone, por tanto, encontrar vías para evitar el desastre. La más inmediata y eficaz, aunque improbable, es que EE.UU retire su dispositivo militar, tras constatar que Venezuela no cederá a las presiones y amenazas, y forzado por la presión internacional. Ello sería justo, pues todos saben que Caracas no representa una amenaza para EE.UU ni lidera organizaciones de narcotraficantes.

 

También debe explorarse la posibilidad de que se retome el diálogo, incluso de manera indirecta, aunque EE.UU y Trump han demostrado que no son confiables en materia de negociaciones.

 

Si de veras se preocupa por el combate al narcotráfico, ese país pudiera intentar el trabajo mancomunado con las autoridades bolivarianas, como hace con otros países.

 

El peligro de guerra en el Caribe es alto. En una zona del mundo devastada por el huracán «Melissa», un huracán mayor que proviene del Norte amenaza su paz y su tranquilidad. Trae vientos de guerra y constituye un peligro mucho mayor que el fenómeno meteorológico antes referido.

 

Referencias

 1 Britannica.com/topic/brinkmanship.

 2 Ibidem

 3 Ibidem

 

Comentarios

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