El antimperialismo de «Seva» enaltece a Puerto Rico
El 23 de diciembre de 1983, En Rojo, suplemento cultural del semanario proindependentista puertorriqueño Claridad, publicó un texto del entonces treintañero escritor local Luis López Nieves: «Seva. Historia de la primera invasión norteamericana de la isla de Puerto Rico ocurrida en mayo de 1898».
Y a partir de ese momento, no se habló de otra cosa en La isla del encanto. Todo se fue de control. La reacción popular creció exponencialmente, cual bola de nieve arrasando lo que hallara a su paso montaña abajo.
La central telefónica del medio de prensa colapsó durante más de una semana. Los que no tenían el periódico, lo pedían prestado, lo procuraban infructuosamente en negocios que habían vendido hasta el último ejemplar, sacaban fotocopias en bibliotecas o iban personalmente a la redacción de Claridad para leer la historia. Y quienes tenían el periódico, llamaban a parientes y amigos, hacían concurridos debates en casa, y contaban los sucesos de Seva a todo aquel dispuesto a escuchar.
Una trabajadora social de Río Piedras, llamó a la oficina donde trabajaba su esposo, y le leyó el texto íntegro por teléfono. Asimismo, el tema fue discutido en la prensa plana, radial y televisiva.
Tal conmoción, se debió a que el escrito de Luis López Nieves pone en entredicho la historia oficial de Puerto Rico. De acuerdo al relato, la primera invasión estadounidense a la isla no se produjo el 25 de julio de 1898, por la ciudad de Guánica —según cuentan los libros de historia—, sino el 5 de mayo de ese año, a las 10 de la mañana, por la costa del desaparecido pueblo de Seva.
Allí, 721 lugareños derrotaron a dos mil soldados del general yanqui Nelson Miles.
Unos tres meses después —el 6 de agosto siguiente—, el alto oficial norteamericano al mando de casi cuatro mil marines gringos, sorprendió a los sevaeños atacándolos de nuevo, ahora por tierra. Durante la heroica resistencia, murieron 650 habitantes del pueblo. A los 71 restantes —40 mujeres, 8 hombres, 23 niños—, Miles ordenó fusilarlos.
Además, los ocupantes demolieron lo poco que quedaba en pie del pueblo y, sobre los escombros y las tumbas, construyeron una base militar estadounidense nombrada Ceiba —y, en las cercanías, una población homónima—, a fin de borrar toda huella de la existencia del sitio, y del ejemplo de sus moradores.
Aunque el semanario Claridad publicó un Editorial y una Nota del Director explicando que el polémico texto era un cuento —producto de la imaginación y los recursos literarios empleados por su autor—, muchos no lo creyeron. Se negaban a renunciar a un símbolo, a una epopeya nacional que dignificaba la conciencia, el alma, la raíz misma de Puerto Rico, y nutría sus ansias de libertad y su antimperialismo.
La historia está excelentemente bien contada por Luis López Nieves, notable escritor, maestro del género epistolar, quien construyó al detalle varias misivas de Víctor Cabañas —supuesto investigador puertorriqueño desaparecido a fin de silenciarlo—, y páginas del diario del general yanqui Nelson Miles.
Además de Seva, de la autoría de López Nieves se han publicado en Cuba El corazón de Voltaire y El silencio de Galileo: novelas deliciosas, emocionantes, muy recomendables, con las que se disfruta y se aprende.
Quienes se interesan por la escritura, pueden acceder también a la Biblioteca Digital Ciudad Seva (ciudadseva.com), creada por el escritor borinqueño.
Fuente:
- López Nieves, Luis: «Seva». Fondo Editorial Casa de las Américas. Colección «La Honda». La Habana, 2007.
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