Sesenta años al pie del cañón
Este 2 de noviembre, la Artillería Terrestre de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) cumple su aniversario 60. En estas seis décadas, muchas generaciones de cubanos se han formado en el manejo de esta arma que por su poder de fuego, efectos devastadores sobre el objetivo y la definición del curso de muchas batallas es conocida como la diosa de la guerra.
La Artillería Terrestre constituye una especialidad gloriosa dentro de la institución armada. Imposible olvidar la ocasión en que el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz hundió el buque norteamericano Houston mediante un disparo de un tanque Sau–100, cañón sin retroceso, cuando la invasión mercenaria por Playa Girón en abril de 1961. Entonces baterías y cañones propiciaron la aplastante derrota ocasionada al imperialismo.
Especial significación adquiere este aniversario pues precisamente este año, cumple la Operación Carlota su aniversario 45. Durante la misión militar los artilleros mostraron, en todo momento, un dominio preciso del armamento y táctica de combate, imprescindible para el cumplimiento exitoso de este honroso servicio.
“Me consideraba digno de formar parte de una unidad de lanzacohetes múltiples BM-21, agrupación diseñada para cosechar triunfos con su rotundo poder de fuego. Ya conocía sus características y su devastador alcance porque en Cuba pertenecía a una igual. Al frente de nuestro grupo se encontraba el oficial que en aquel momento considerábamos el más conocedor de esa arma en Cuba, el entonces teniente coronel Álvaro López Miera, hoy general de cuerpo de ejército, viceministro primero, jefe del Estado Mayor General de las FAR y Héroe de la República de Cuba, quien disfrutaba de una merecida popularidad entre los subordinados”, destacó en su libro Reto a la soledad el coronel Orlando Cardoso Villavicencio, Héroe de la República de Cuba.
Los regimientos y unidades regulares se preparan y elevan su disposición combativa, pues para ellos, la mejor forma de celebrar, es demostrar su presteza para darle continuidad a la gloria infinita de ser artillero.
Estos especialistas demuestran sacrificio, responsabilidad, astucia, rapidez, creatividad y amor por el arma. El colectivo que integra las filas de la Diosa de la guerra se enorgullece y hace suyas las palabras del Comandante en Jefe: ¡Artilleros siempre al pie del cañón!