“[…] pierde Ud. el dulce compañero de su vida, pierdo yo al más ilustre y al más bravo de mis amigos y pierde en fin el Ejército Libertador a la figura más excelsa de la Revolución”, Máximo Gómez
Santiago de Cuba, 1943, y el verano interminable de los anoncillos más dulce del Caribe. Un bullicio de chiquillos anima la calle Habana, y entre ellos, uno corre como un bólido
Hay sucesos que son como oleaje de espuma, mar furioso y ráfagas descabelladas de relámpagos, porque suceden bajo una noche de tormenta, un himno de luz y el sueño de una Patria nueva con un sol resplandeciente en el Turquino