Pablo Noriega mártir del 26 de julio en Quivicán.
Pablo Noriega Chernicharo, Pitón, nació el 30 de junio de 1923 en la localidad de Quivicán. Comenzó sus estudios primarios en la escuela pública Nro. 1, sólo para varones, en su pueblo natal1.
Su amigo de la infancia y vecino José Gabriel Carám cuenta que desde su infancia fue serio, callado, disciplinado, le gustaba compartir con sus amigos más cercanos, jugar pelota, quimbumbia y lucha libre. Se entretenía en el cultivo y atención, con Carám, de una huerta en el patio de éste. Comenzó a trabajar a los15 años, —compraba huevos a los campesinos para después venderlos en La Habana—para aliviar la situación económica de la familia siendo el hijo menor de 8 hermanos. Sus padres Julio y América dotaron a sus hijos de una evidente educación formal.
Su niñez y su juventud transcurrieron en un contexto histórico caracterizado por las contradicciones iniciales, imperialismo-neocolonia-protectorado yanqui, seguidas por la llamada seudorepública y el desgobierno de tiranías y regímenes seudodemocráticos corruptos, pandillas gansteriles y agudas luchas de clases.
De temperamento firme, carácter afable y cualidades humanas excepcionales, se opuso siempre a la corrupción y los abusos de los llamados gobiernos auténticos. Como era profundamente martiano, hizo suya la consigna «Vergüenza contra Dinero».
Se rebeló de inmediato contra el Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952. Con el Movimiento del Centenario participó en la Marcha de las Antorchas y en la manifestación del 28 de enero de 1953. En el intento de tomar el Campamento Columbia, en abril de igual año, liderado por García Bárcenas y en prácticas para el uso de las armas,organizó círculos de estudio y debate del luego llamado Programa del Moncada. Excarcelado Fidel, Pablo fue nombrado coordinador de MR-26-7 en Quivicán, organización que fundó el 21 de agosto de 1955. En mayo de 1956 fue arrestado y condenado a seis meses de privación de libertad en el Castillo del Príncipe, esto impidió su viaje a México. Puesto en libertad, en noviembre del mismo año, dirige y participa en las acciones de apoyo al desembarco del yate Granma, en distintas acciones de carácter organizativo, recaudación de fondos y actividades de agitación y acción.
El cínico capitán Alberto Paza Molina de la Capitanía de Bejucal colocó una bomba en su hogar al hacerle el registro en mayo de 1957. Con este pretexto Noriega fue detenido y acusado de tenencia de explosivos, vejado y lo que es peor, torturado vilmente por aquellos desalmados. Sintiéndose herido en su dignidad de hombre, Noriega atacó con los puños a dicho capitán asestándole dos fuertes puñetazos2. Enviado de nuevo al Castillo del Príncipe participa en la huelga de hambre en apoyo a los presos políticos del mal llamado Presidio Modelo de Isla de Pinos, los que eran sometidos a múltiples castigos. Tras su absolución por la causa que se le seguía, marchó a la Sierra Maestra donde fue asignado al Primer Frente, en la columna Nro. 1 comandada por Fidel Castro Ruz3. Su desaparición coincidió con la de otro quivicanero, miembro del Ejército Rebelde, el teniente Luis Capote4.
Bajo las órdenes del Comandante Delio Gómez Ochoa y Raúl Castro Mercader participa en el intento de tomar por asalto el cuartel del Central San Ramón, actual Provincia de Granma, donde cae en combate el 8 de abril de 1958. Las fuerzas se encontraban al mando del comandante Paco Cabrera. En posiciones poco favorables Noriega avanzó resuelto a la vanguardia, al tiempo que disparaba. A su lado cayeron para siempre dos compañeros mientras que el ejército de batista sufría algunas bajas.
El pueblo de San Ramón le hizo una discreta guardia de honor y poco después se le dio sepultura en el cementerio local. Juan R. González, vecino de ese pueblo, le dedicó un poema que Quivicán mucho agradeció y guarda para su historia5.
Desde el 8 de abril del mismo año 1959, después de la devolución de sus restos mortales a su terruño natal, el 31 de enero del año mencionado, sus compañeros de lucha, las instituciones locales, las organizaciones políticas sociales y de masas junto a todo el pueblo, han convertido en tradición de recordación las peregrinaciones hasta la tumba que guardaban sus restos y después al Panteón que sus compañeros le construyeron en el cementerio de Quivicán.
Referencias
Nivaldo Pérez Martínez, fundador del MR-26-7 en Quivicán.
Nivaldo Pérez Martínez, fundador del MR-26-7 en Quivicán.
Revista Bohemia del 10 de abril de 1960. Año 52. Numero 15. ¡Aquí, el pueblo!, p.114.
Revista Bohemia del 10 de abril de 1960. Año 52. Numero 15. ¡Aquí, el pueblo!, p.114.
Comentarios
En este sitio no se admiten comentarios que violen, incumplan o inciten a romper legislaciones cubanas vigentes o atenten y dañen el prestigio de alguna personalidad o institución, así como tampoco aquellos que contengan frases obsenas, groseras o vulgares. Verde Olivo se reserva el derecho de no publicar los comentarios que incumplan con las normas antes expuestas.