El pasado año, el 16 de septiembre, el actual presidente estadounidense Donald Trump en su red social digital Truth Social,responsabilizó al partido demócrata de ser el instigador del atentado en su contra. Sobre ello dijo:«Debido a esta retórica de la izquierda comunista las balas están volando, ¡y esto solo empeorará!». Lo que llama la atención sobrepasa la acusación en sí, aunque es alarmante.

Nuestro punto focal se concentra en una mentira en específico; la de «retórica de la izquierda comunista» pues ese dardo se dirigió también a Joe Biden y Kamala Harris, que no lo son. Sin embargo, fue un ardid muy atinado para captar la atención de una nación, con un haber de persecuciones contra las y los comunistas, durante el llamado periodo marccartista, y cuya memoria sigue latente. Tan es así que los estudios fílmicos de Hollywood lo siguen narrando, habida cuenta de los muchos actores y actrices perseguidos por sus ideas políticas y convicciones ideológicas.

En momentos en que la región latinoamericana vive tensiones por la subida de aranceles a su comercio con China, y dada la creciente simpatía hacia el gigante asiático, el imperialismo recurre de nuevo a las falacias y a las maniobras espejos para simular y camuflar realidades incontrastables. Así se compara descaradamente al régimen de Nayib Bukele de El Salvador con la autoridad de Daniel Ortega en Nicaragua. En el sumario a un enjundioso artículo de opinión, su autora, Rita Jill Clark-Gollub, explica: «Bukele está perpetuando el ciclo de violencia física y estructural en su país, en connivencia con EEUU. Ortega está ayudando a su país a liberarse de la violencia imperialista»

Sobre esa afirmación sostiene en Resumen Latinoamericano,por ejemplo, que «los medios de derecha de Nicaragua y El Salvador, junto con el Washington Post, Amnistía Internacional y Human Rights Watch, tratan de denigrar al presidente nicaragüense Daniel Ortega al compararlo con el presidente salvadoreño Nayib Bukele. Aunque ambos cumplan mandatos consecutivos, y una empresa centroamericana de sondeos informa que gozan de gran popularidad entre sus respectivas poblaciones, los dos presidentes son, en realidad, muy diferentes».

La pobreza utilizada de contexto en muchos videos clips de raperos y otras tendencias musicales ya no es asumida como dañina, al contrario es cool,«suave». Las facturas de este tipo debentransmitir energía positiva, y de paso, adormecer a amplias masas de consumidores frente una realidad aplastante debido a las condiciones infrahumanas de vida,porque, de esa manera, lo dicta el capital económico y financiero dominante en definitiva la existencia de una inmensa humanidad. Surgido como un movimiento contracorriente, la música urbana surgió como un grito iracundo de lucha. ¿Qué hicieron las disqueras?Lo incorporaron al paisaje, al imaginario de la gente, en aras de su desmovilización clasista.

Los tres casos aquí expuestos responden cada uno a una estrategia determinada, la cual ha sido definida como guerra cognitiva, dondela información apela al estímulo de lo emotivo sobre lo racional. En informaciones recabadas en Internet, supimos acerca de la batalla del relato histórico a la guerra cognitiva en la comunicaciónque el poder económico, político y militar ha logrado hegemonizar un conjunto de conductas a través de las redes sociales.

Es el viejo método de los mensajes subliminales que buscaban generar una conducta de consumo en los compradores para seleccionar determinadas marcas comerciales, pero hoy el objetivo logrado —y que busca profundizarse— «es intervenir en la conducta política a la hora de decidir y generar una masa crítica a favor o en contra de determinados gobiernos».

El articulista Ricardo Pose, en su texto De la batalla del relato histórico a la guerra cognitiva en la comunicación, subraya en una explicación medular: «Hace tiempo que la guerra cognitiva está en los manuales militares, pues es una estrategia que busca manipular la percepción de la realidad de las personas. Se trata de un tipo de guerra híbrida que utiliza la propaganda y la desinformación para afectar las actitudes y conductas de las personas».

Asimismo, subraya como la guerra cognitiva: es una forma de guerra no convencional que utiliza herramientas cibernéticas para alterar los procesos cognitivos del enemigo, explotar los sesgos mentales y el pensamiento irreflexivo, y provocar distorsiones en su pensamiento para influir en la toma de decisiones y entorpecer sus acciones, con efectos negativos tanto a nivel individual como colectivo. De ahí la importancia de la superación, la lectura, la reflexión; tener criterio propio sedimentado en la Historia de cada pueblo.

Notas:

Nota1:Según Wikipedia,Amnistía Internacionales un movimiento global, a favor de la promoción y defensa de los derechos humanos, reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanosde 1948 y en otros tratados internacionales como los Pactos Internacionales de Derechos Humanos. Su membresía es de más de diez millones de activistas y simpatizantes, en 150 países y territorios. Por su parte, sobre Human Rights Watch se dice que es una organización no gubernamental (ONG) dedicada a la investigación, defensa y promoción de los derechos humanos. Esta tiene su sede en Nueva York, Estados Unidos, contando con varias oficinas en otras naciones. Sin embargo, no todos los países y gobiernos le otorgan credibilidad al inmiscuirse en asuntos internos en menoscabo a las soberanías nacionales.

Hipervínculos:

1-https://razonesdecuba.cu/guerra-cognitiva-una-guerra-permanente-y-silenc...