El valor de un «salar»
Desde la época colonial nos ha llegado la frase «vale un potosí» para designar algo muy valioso, y en efecto la sal obtenida en esa región boliviana, lo era. Con similar elemento natural, en otras latitudes del mundo, se pagaban los ejércitos del Imperio romano derivando en la palabra «salario».
Hoy en día, esa expresión pudiera aplicarse si se comprara un automóvil eléctrico, con la diferencia ahora de que en Potosí no hay un simple salar, de esos de donde se extrae un polvo blanco soluble para condimentar carnes y otros alimentos. Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, en Bolivia se hallan reservas estimadas de Litio en 21 millones de toneladas, solo en esa parte de la nación sudamericana, mineral imprescindible para las baterías de los susodichos coches, y para otros artefactos, sin los cuales se hace impensable la cotidianidad moderna. Y sí, se ubican en un salar, dando consistencia de Siglo XXI al dicho, «vale un potosí».
Precisiones recabadas en Internet nos indican que el Litio es el metal más liviano existente en la Tierra, produciéndose sobre todo a partir de salmueras. Siguiendo los estimados del Servicio Geológico de Estados Unidos, (USGS), sabemos que sus reservas se encuentran en 17 países, pero que las estimadas en las «minas» de Bolivia están entre las más grandes del orbe, con 9 millones de toneladas métricas. El Litio tiene múltiples usos: se utiliza en la industria del vidrio y la cerámica; de baterías tanto de celulares como iPods, computadoras personales y para vehículos eléctricos, etcétera.
Motivos todos, incentivadores de las disputas geopolíticas tantas veces denunciadas por las autoridades de Bolivia, bien sea Evo Morales como Luis Arce.Ambos desde sus investiduras de presidentes en acto soberano, han promovido acuerdos de explotación y comercio de las reservas nacionales del Litio, decisión más que atinada si se tiene en cuenta los deseos de impulsar la economía nacional para poder redistribuir con justicia esas riquezas, pertenecientes únicamente a Bolivia. A nadie más. (Ver 1)
El experto José A. Amesty Rivera, en un interesante artículo en la publicación Resumen Latinoamericano, del 17 de marzo 2025, señala que «es así que Bolivia se convierte en el objetivo principal de la diplomacia militar guerrerista del Comando Sur (…). Por tal razón, la injerencia de EEUU se incrementó recientemente, cuando el gobierno boliviano, firmó convenios con los consorcios chinos CATL Brunp y Cmoc y Citic Guoan, y el consorcio chino Hong Kong CBC (con una inversión de mil 30 millones de dólares).
También con la empresa rusa Uranium One Group (con una inversión de 970 millones de dólares), de la corporación Rosatom, para la construcción de plantas piloto con el fin de producir Litio en el salar de Uyuni.»
En este último punto de la geografía boliviana se hallan las reservas mayores del mundo, siendo la región conocida como Salar de Uyuni, que forma un triángulo de grandes reservas con Argentina —tiene 17 millones de toneladas— y Chile —9,3 millones de toneladas—. De modo que no extraña las apetencias imperiales «recicladas» en su política exterior cada tanto.
Tampoco sorprende la penetración foránea desestabilizadora en una especie de sombra de duda dentro de algunos sectores de la sociedad boliviana, permeadas por esa nociva influencia extranjera.
En ese sentido recientemente, el 15 de febrero de este año, el actual mandatario boliviano Luis Arce explicó que «el tiempo del litio se nos puede escapar de las manos» por el surgimiento de nuevas tecnologías, al defender la industrialización de este mineral reportó Prensa Latina. La nota se hace eco de las palabras de Arce: «El litio es de nosotros los bolivianos y queremos industrializarlo para beneficiar a nuestros propios hermanos y hermanas bolivianas. Nosotros queremos avanzar de buena manera porque hay riesgos que enfrentamos, riesgos que tienen que ver con el avance de la tecnología (…).» El litio se nacionalizó en Bolivia a partir de 2008.
Insistió Arce « [….] Hay intereses extranjeros que no quieren que avancemos, hermanas y hermanos, por lo que exhortamos a todo el pueblo, especialmente a nuestras hermanas potosinas y potosinos, a no dejarse sorprender con informaciones malas […].». Por lo mismo, durante un encuentro comunitario le aseguró a los presentes que su gobierno defenderá cada uno de sus recursos naturales.
Mientras, la ministra de la Presidencia María Nela Prada, durante una sesión de la Asamblea Legislativa para tratar el tema, puso el punto sobre las íes:
«No solamente hay intereses nacionales sino intereses internacionales. Recordarán que la jefa del Comando Sur de Estados Unidos declaró hace tiempo que era interés de Estado para los Estados Unidos el triángulo del litio, donde se encuentra nuestro país con las mayores reservas del mundo. […].»
Como diría José Martí a los pueblos de Nuestra América, «Plan contra Plan»: empeñarse en una efectiva labor de persuasión de las masas, centrada en la justeza del proyecto revolucionario o popular, debe ser labor ineludible de sus líderes frente a la voracidad imperial.
Hipervínculo:
1-https://www.opinion.com.bo/articulo/pais/bolivia-firma-consorcio-chino-i...
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