Eterna impronta del poeta de la Revolución

06 de Febrero de 2024

“He aquí una compilación de la poesía política del Indio Naborí […] El tiempo cae sobre nosotros, pero/mientras hay una meta prometida/no se siente el gotear de su caída/ni consulta relojes el viajero[…]”. Ahora bien, ¿y quiénes son los viajeros de hoy? Yo respondería que los jóvenes; y en ellos, solo en ellos, puede perpetuarse la memoria de un poeta cuya poesía es ya un ingrediente indispensable del imaginario nacional. Decir Jesús Orta Ruiz (Indio Naborí), en cualquier lugar de la Isla, pasa primero por ser sinónimo de identidad y luego termina convirtiéndose en historia, leyenda o fascinación de obligada referencia. Nada más parecido a este hombre que su propia poesía, motivo por el cual no tuvo necesidad de escribir sus memorias. Quien de verdad desee conocerlo, por dentro y por fuera, solo tiene que acercarse a su obra […]”.

 

De la anterior forma comenzó el prólogo del libro Fulgor de un nombre, su autor Fidel Antonio Orta Pérez, hijo menor de Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí; una excelente manera de atraer al lector para devorar con ansias dicha obra magistral, “no tengan dudas de que lo que van a publicar es la más completa antología de poesía política del Indio que se conoce, la más completa que se ha publicado“, aseguró Fidel Orta, quien, a su vez, enfatizó en lo más auténticamente cubano de la obra de su padre” […] digamos que, no está en las palabras que el poeta utiliza ni tampoco en los temas que va desarrollando. ¡No! Aquí lo más auténticamente cubano está en la vivencia, en el sentido inmaterial que exhibe su leal pertenencia a Cuba. El Indio Naborí no cantaba por cantar, no escribía por escribir. Todo lo contrario. Sus versos, desde el primero hasta el último, siempre fueron emoción recordada, emoción compartida, algo que estallaba en su voz a partir de una experiencia vivida y vívida”.

 

La obra toda del Indio Naborí constituye la esencia misma de la Revolución Cubana, ambas marcadas por la consciencia de clases, la justicia social, voz de los desposeídos, alivio y consuelo, “algo que llevó la luz a los viejos bosques náufragos”.

 

La décima naboriana fue, es y será una eterna denuncia social, el mejor modo de narrar los problemas de los desposeídos. “La décima de El Indio Naborí logró sintetizar los anhelos independentistas del pueblo cubano; y el pueblo cubano, a su vez, identificó en la décima de El Indio Naborí una heredada necesidad de lucha; además de identificar, bajo el ritmo del verso octosílabo, la gris silueta de su propia esperanza. Su canto era algo que estaba como en el aire; y lo mejor de aquella producción poética, lo mismo cantada que escrita, donde también hay que incluir algunos de sus poemas clandestinos, iba pasando de mano en mano sin que mediara el paso del tiempo. Sólo hay que caminar por la Cuba de hoy para entender lo que estoy diciendo. De ahí que cualquier persona, independientemente de su edad o nivel cultural, pueda citar al Indio Naborí con poemas de los años “40” y “50” que ni él mismo recordaba”.

 

En el relato popular cubano, sin lugar a dudas, está incluida la décima del Indio Naborí, su seudónimo es conocido desde el campesino o el carbonero, hasta el excelso catedrático, y no solo su sobrenombre, también sus versos, recitados y cantados tanto por un niño de primaria, como por un abuelo octogenario. Ser cubano y no conocer a Jesús Orta Ruíz es como no haber regalado nunca un poquito de sal al vecino, o habérsela pedido, es decir, ningún ser humano nacido en Cuba ha negado, o pedido, un poquito de sal al vecino, como tampoco puede haber dejado de leer o escuchado, al menos, la historia de la niña Nemesia, la famosa Elegía de los zapaticos blancos.

 

La poesía de Jesús Orta Ruíz en la Mayor de las Antillas trasciende de generación en generación como un mito, como los cuentos heroicos del abuelo que participó en la Victoria de Playa Girón y narra orgulloso sus hazañas;en sus versos también cuenta dichas proezas, y de la mejor manera que se pueda imaginar, de una forma tan exquisita que un niño que se aprende una décima de Naborí, la lleva consigo para toda la vida, así como lleva el pueblo en sus entrañas la obra toda del Poeta de la Revolución.

 

“Se puede narrar la historia de Cuba a través de la poesía de El Indio”, afirmó su discípulo, convencido de que la obra de su padre narra la epopeya de la Revolución, y así es, he ahí la grandeza también de Fulgor de un nombre, textoconcebido y organizado de tal modo que si se sigue y compara con la propia vida del autor, este va narrando la historia de la nación.

El volumen comienza con un poema de Hatuey, continúa con Mella, habla sobre los Cinco Héroes y hasta posee versos dedicados a la tan actual Batalla de Ideas.

 

¿Orta, por qué usted escogió la Casa Editorial Verde Olivo para publicar Fulgor de un nombre?

 

─Tiene que ver con el respeto a la memoria de mi padre y con la identificación plena que existe en la Casa Editorial Verde Olivo con ese tipo de poesía política; además, yo tenía pensado realizar una compilación de la mismapara el centenario de su natalicio.

 

“Nunca olvidaré el entusiasmo con su última compilación de poesía política, que fue publicada precisamente en Verde Olivo, tituladaBreves apuntes para la epopeya, en el año 2004, un libro muy emotivo, editado por Temis Tassende. Recuerdo con cariño el entusiasmo de la editorial por sacar a la luz el libro, la que a su vez contó con las maravillosas ilustraciones de Fabelo.

 

”Publicar Fulgor de un nombre con Verde Olivo es revivir todo aquello que en la práctica se ha repetido. También, desde ese momento y a raíz de dichas vivencias, hice mucha afinidad con la casa editora de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, además, tuve la oportunidad de presentar en diversas ocasiones un libro de la escritora y periodista Katiuska Blanco, con sello de Verde Olivo,donde sentí que mis palabras llegaron al público presente y fueron difundidas para lograr un mejor alcance del texto Desde mi Habana”.

 

Fulgor de un nombre, una excelente propuesta para adentrarse en la obra del Poeta de la Revolución. Este libro se podrá adquirir en la 31 Feria Internacional del Libro de La Habana, en el stand del proyecto cultural Nuestra Historia, dedicado en el 2023 al aniversario 70 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

 

No deje de consumir esta novedosa propuesta que enriquecerá su cultura y conocimiento acerca del Indio Naborí.

  • Fidel Antonio Orta Pérez, autor del libro Fulgor de un nombre. Foto:Luis de la Torre Corso

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