El jefe y amigo

02 de Junio de 2023

Raúl Castro y Leopoldo Cintra Frías. Foto: Raúl Abreu

Es un hombre muy poco dado a conceder entrevistas; sin embargo, como casi todos los cubanos, tiene habilidades de buen conversador. Esa cualidad, poco conocida del general de cuerpo de ejército Leopoldo Cintra Frías, pude comprobarla cuando la vida, a dos mil kilómetros de Cuba, me puso ante él tres veces en menos de 24 horas.

 

Era una mañana de finales de junio de 2015 en el aeropuerto de Maiquetía y, frente a cámara y micrófono, el Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) evocaba emocionado los recuerdos de su primera visita a Venezuela. Habían pasado ya 56 años, desde aquel viaje en 1959, cuando acompañó a Raúl, el general no había vuelto más a esa tierra del sur de América.

 

Conversó sobre su añoranza por ese país al arribar y después, cuando se encontraba a escasos metros del panteón que atesora a Chávez en el cuartel de la Montaña, habló otra vez, pero desde el dolor por la pérdida y el orgullo de haber conocido al líder bolivariano.

 

Al día siguiente, en la sede del Ministerio de Defensa, ocurrió nuestro tercer encuentro donde Polo, como también le llaman, relató la historia desconocida de Manuel Cedeño, el bayamés ayudante de campo de Simón Bolívar, que con el grado de general, murió en la batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821.

 

Hoy, luego de casi seis años, vuelve la vida a ponerme ante el hijo de la tierra mambisa y rebelde de Yara, aquel muchacho que con apenas 15 años subió a la Sierra y se batió contra el enemigo como solo lo hacen los guerreros. De su braveza no pocos hablan, y sobre todo quienes estuvieron en la decisiva batalla de Guisa, esa que permitió avanzar a las fuerzas de Fidel hacia las cercanías de Santiago de Cuba y propició el triunfo. Tiene la palabra Por Wilmer Rodríguez Fernández 5 de noviembre: en ocasión del aniversario 48 de la Revolución Socialista de Octubre, asiste al acto de conmemoración en la Embajada de Cuba en la URSS. 1965

 

“Cuando yo tenía 15 años conocí a Raúl en la Sierra Maestra durante una corrida improvisada, toreando toros, y me dio una gran impresión, yo esto no lo había visto nunca. Hoy tengo 79, soy graduado universitario, general de cuerpo de ejército y otros cargos que nunca he creído merecer. Todo eso es, en gran medida, resultado de la labor educativa de Raúl Castro”, confesó Leopoldo Cintra Frías en entrevista exclusiva por el 90 cumpleaños del General de Ejército Pero en esta ocasión, aunque quisiera, no vamos a hablar de aquellos días en la montaña ni de sus heroicidades como uno de los libertadores de África, sino de Raúl, el guerrillero que conoció en los momentos difíciles de la lucha, el comandante que luego de la victoria devino su jefe militar.

 

De esos tiempos, de otros más recientes y del futuro, mucho tiene por decir el actual ministro de las FAR, voz imprescindible para saber en detalle al hombre que, como Fidel y la Revolución, desde hace más de 60 años entró triunfal a la historia de Cuba.

 

General, en una ocasión Raúl, al referirse a los méritos del Comandante en Jefe, dijo: “Fidel es Fidel”. Después de aquel pronunciamiento se ha escuchado decir a no pocas personas que también “Raúl es Raúl”. ¿Cree usted lo mismo? ¿Qué cualidades tiene el General de Ejército para que digan “Raúl es Raúl”?

 

—El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en una entrevista que le concedió al periodista italiano Gianni Miná, publicada en el libro Un encuentro con Fidel, explicó los fundamentos del prestigio y la autoridad de Raúl. Con un fragmento de ese texto quiero comenzar a responder tu pregunta: ‘[…] el prestigio y la autoridad del compañero Raúl son muy grandes en el seno del Partido, del pueblo, de la Asamblea Nacional, y en este momento pienso que él sería la persona más indicada. ¿Qué ocurriría si a mí me pasa algo? Con toda seguridad el Comité Central del Partido y la Asamblea Nacional lo ratifican para que ocupe el cargo mío. Pregúnteselo a cualquier ciudadano, sin duda que lo diría[…]’.

 

”Hay otro momento en que el Comandante en Jefe aborda este tema y es en Cien horas con Fidel. A Ignacio Ramonet le deja claro cuál es su criterio sobre las comparaciones que algunas personas se atrevían a realizar entre él y Raúl: ‘[…] A Raúl lo veían más radical que a mí. Bueno, yo no creo que fuera más radical que yo, admito que tan radical como yo. Pero como había estado en las juventudes comunistas, veían a Raúl más radical […]’

 

”Yo puedo afirmar que en Raúl se observan conjuntamente con sus cualidades políticas, morales y éticas, aptitudes de mando, dirección, organización, exigencia y disciplina que lo llevan al éxito en todas las tareas que acomete. Estos rasgos de su personalidad se fueron perfeccionando ante la necesidad de vencer los obstáculos que enfrentó durante la lucha guerrillera y aún más después del triunfo el Primero de Enero de 1959.

 

”Merece un comentario especial su humanismo, la sensibilidad, la empatía para comprender el problema ajeno y su apego a la verdad por dura que esta pueda parecer. “Raúl no disfruta de una herencia política, su prestigio lo fraguó en las luchas estudiantiles, el asalto al Moncada —cuando otro compañero no cumplió la misión él tomó el mando, allí se hizo jefe—, la expedición del Granma en la que viene como capitán y jefe de pelotón, la lucha guerrillera, la estructuración de las fuerzas armadas, el cumplimiento de las tareas estatales y sus responsabilidades partidistas. Él ha interpretado de manera correcta cuál es el papel del Partido en la construcción del socialismo.

 

”Durante la lucha en la Sierra participó en todas las campañas guerrilleras y, en febrero de 1958, fue ascendido a comandante por Fidel, quien le encargó la apertura de un Segundo Frente. Cuando muchos solo veían importancia en la lucha armada Raúl organizó en el Segundo Frente un buró obrero y uno agrario, celebró un congreso campesino y otro obrero, —ambos sectores proclamaron su apoyo al Ejército Rebelde—, creó los departamentos de Guerra, Enseñanzas, Finanzas, Justicia, Propaganda, Construcciones y Comunicaciones y Sanidad.

 

”Todas las personas no tienen estas cualidades organizativas que te he referido, mucho menos unidas a rasgos personales como los de Raúl que lo convierten en líder respetado y querido por sus compañeros. Por eso se puede afirmar que: ‘Raúl es Raúl’”.

 

Raúl, según por lo que he leído y escuchado a otras personas que han trabajado con él, ha sido un verdadero maestro de revolucionarios, fundamentalmente de militares, entre los que está usted. ¿Cuáles son las enseñanzas que deja a las Fuerzas Armadas Revolucionarias y a usted el hombre que fundó las FAR y al que aún siguen llamando Ministro, cuando ya no lo es?

 

—Es un reto para todos los miembros de las FAR alcanzar la integralidad conque Raúl analiza los problemas, él no subvalora ninguna parte del fenómeno que se esté estudiando. Raúl concibe las FAR como un ministerio muy comprometido con los destinos económicos y sociales del pueblo, nos enseñó que si en las FAR hay un hospital, se comparte con el pueblo.

”Las escuelas militares no son exclusivas para los familiares de los oficiales; en Cuba, el cuerpo de oficiales está compuesto por todo nuestro pueblo; obreros, campesinos, negros, blancos; no pertenece a una casta de militares. Resalta la influencia de Raúl con la presencia de la mujer en las fuerzas armadas.

 

”Si las FAR produce alimentos no es solo para la institución. El sistema de industria que nos dejó organizado el General de Ejército está responsabilizado con la defensa y la seguridad nacional, pero también con la salud, la vivienda, la educación y muchas otras ramas de la economía. Las FAR es una fragua de cuadros conscientes y revolucionarios.

 

”En la entrevista concedida a Luis Báez para el libro Secretos de Generales dije, y cito: ‘El General de Ejército nos orienta, exhorta, educa a conocer y participar en cada uno de los problemas que enfrenta el pueblo y a apoyar, en la medida de las posibilidades, la solución de estos. Eso hace que nuestro pueblo sienta que al ver un militar está viendo un patriota identificado con sus intereses y en disposición de ayudarlo’.

 

”Raúl también nos enseñó que cuando en las FAR hay un cuadro que por sus cualidades es necesario a la sociedad, se le busca un sustituto en su responsabilidad militar y este pasa a cumplir las funciones que el Estado o el Partido demandan en nombre del pueblo.

 

”Su elevada autoridad moral y su jerarquía militar no lo han apartado de una profunda modestia que le hace honores a su segundo nombre, la familia de sus subordinados llega a ser la suya. Él se preocupa mucho por la formación y superación de los cuadros, no hay un solo hecho ni testimonio que hable de durezas injustificadas ni abusos de poder por parte de Raúl, al contrario, como norma, es muy atento con todos. En encuentros familiares las atenciones son muy comprometedoras, mi familia me critica diciéndome: ‘Raúl es más comprensible que tú’.

 

”Si Raúl es así y constantemente nos esclarece cuál es el camino, ¡Cómo no continuar diciéndole Ministro! Si para el pueblo de Cuba Fidel es el padre, Raúl lo es para las Fuerzas Armadas Revolucionarias”.

 

A mí siempre me ha llamado la atención que Raúl, a pesar de ser un gran estratega, un hombre organizado y culto, no haya sido un político de grandes discursos, de extensas comparecencias en televisión ni de estar saliendo con regularidad en titulares de prensa. Más bien rechaza todo eso. Incluso, al asumir la presidencia del país, dijo que ese modo de hacer no era su estilo. ¿Por qué cree usted que haya tenido esa postura si hay discursos extraordinarios de Raúl como el que pronunció en Panamá durante la Cumbre de las Américas?

 

—Raúl en pocas palabras dice todo lo que es necesario para cada momento que vivimos. Él es una persona muy independiente, jamás se ha preocupado por imitar otros estilos, es extraordinariamente fiel a los principios revolucionarios, pero esto no lo lleva a la necesidad de cambiar sus modos personales de interrelacionarse. Sus comparecencias son concretas, con cultura e inteligencia.

 

”Cuando Raúl aborda un tema tiene la habilidad de, con pocas palabras, no dejar nada pendiente y convencer a quienes escuchan de cuál debe ser la actitud en lo adelante. Considero que esto es una virtud que todos no tenemos.

 

”Otro elemento importante es su disciplina; él jamás trató de competir con Fidel, el Comandante era el jefe y por ningún concepto Raúl podía sobrepasar su figura con un extenso discurso o una mayor presencia en los medios de difusión masiva. Esta disciplina selló su estilo”.

 

Ministro, con Raúl hay criterios divididos entre los que se lo imaginan y quienes lo conocen. Los primeros dicen que es un militar de férrea disciplina, de carácter fuerte, e incluso su voz de trueno los hace pensar en una persona áspera en el trato; los segundos insisten en que detrás de ese guerrero hay un ser humano increíble. Para Leopoldo Cintra Frías, que ha tenido el privilegio de verlo por años en el ámbito profesional, personal y familiar, ¿cómo es Raúl Castro?

 

—La voz de trueno siempre ha sido su metal de voz, quien no lo conoce se puede impresionar, pero en la práctica con esa voz es la persona más amable, y cuando hay que poner orden, esa voz lo ayuda.

 

”También en el libro Secretos de Generales hablé de otras facetas de Raúl: ‘Es una persona excelente. No conozco a una persona más sencilla, sensible, humana y atenta al más mínimo detalle, es capaz de hacer con tu familia, lo que uno no hace’. “Como militar es muy claro, realista, preciso. Dice las cosas muy claramente. Al pan, pan y al vino, vino, como se dice en el argot popular.

 

”Cuando se termina la reunión es el amigo, el hermano. Con Raúl se puede hablar sobre cualquier tipo de problema, incluyendo los personales, por difíciles que sean. Siempre te da un consejo sano.

 

”Con respecto a su familia te aseguro que Raúl siempre ha encontrado tiempo para atenderla y preocuparse por la educación de sus hijos y nietos, que a nuestra edad es lo que más se quiere. Hoy, de adultos, son personas trabajadoras, responsables, sencillas y de gran calidad humana. Raúl y Vilma formaron a sus hijos y nietos desde sus valores y ejemplos personales, su hijo Alejandro Castro Espín cumplió misión internacionalista en Angola.

 

”Hablar de Raúl con respecto a su familia es imposible sin aludir a Vilma, su compañera de siempre, figura imprescindible en la historia y la obra de la Revolución.

 

”Cuando yo tenía 15 años conocí a Raúl en la Sierra Maestra durante una corrida improvisada, toreando toros, y me dio una gran impresión, yo esto no lo había visto nunca. Hoy tengo 79, soy graduado universitario, general de cuerpo de ejército y otros cargos que nunca he creído merecer. Todo eso es, en gran medida, resultado de la labor educativa de Raúl Castro”.

 

Raúl, tras 50 años dirigiendo las Fuerzas Armadas Revolucionarias y siendo la segunda figura política del país, asumió en 2006, ante la enfermedad de Fidel, la máxima dirección del Estado, el Gobierno y el Partido, responsabilidades que ha cumplido desde entonces.

 

En abril, a menos de dos meses de sus 90 años, entregará a la nueva generación la última de aquellas funciones: la dirección del Partido. ¿Cuál es el legado de Raúl como hombre también de la vida civil, es decir, del Gobierno, del Estado y del Partido?

 

—Raúl fue electo presidente de los Consejos de Estado y de Ministros el 24 de febrero de 2008, y en su primer discurso como presidente expresó: ‘Estoy consciente de la responsabilidad que entraña ante el pueblo la tarea que se me encarga, y a la vez convencido de contar, como hasta hoy, con el apoyo de quienes desempeñan responsabilidades de dirección a los diferentes niveles y más importante aún, con el de mis compatriotas, sin el cual no hay éxito posible en una sociedad como la nuestra’.

 

”En esas palabras de Raúl ya tienes un legado importante, el militar de más alto rango y prestigio confía su éxito a sus compatriotas. No hace referencia a su autoridad militar para intimidar a nadie, aunque es bueno señalar que él nunca ha visto a la estructura militar como algo alejado e indiferente del pueblo.

 

”En el futuro, cualquier patriota que sea el Presidente de la República por mandato popular y constitucional, estará obligado a prestarle la máxima atención a la defensa y a la Seguridad nacional del país; las ideas de Raúl le ahorrarán tiempo de meditación, basta con revisar la siguiente advertencia: ‘Continuaremos elevando la preparación y cohesión combativa de las tropas regulares y sus reservas, de las Milicias de Tropas Territoriales, las Brigadas de Producción y Defensa y los demás elementos del dispositivo defensivo territorial, incluyendo las estructuras partidistas, estatales y gubernamentales en todos los niveles. Seguiremos acondicionando el Teatro de Operaciones Militares, a la vez que desarrollamos las comunicaciones y la modernización de los medios de combate, como vía para elevar sus cualidades combativas y hacerlas corresponder con el empleo previsto en caso de una agresión. De la misma forma, continuaremos fortaleciendo en todos los frentes, la importante labor que realizan los abnegados combatientes del Ministerio del Interior’.

 

”Estas ideas del General de Ejército en su materialización han encontrado respaldo jurídico en la Ley de Defensa Nacional, definiendo como Sistema Defensivo Territorial:‘[…] un conjunto de medidas y actividades políticas, económicas, militares, jurídicas, de seguridad, orden interior y defensa civil que se organiza y realiza desde tiempo de paz por los órganos y organismos estatales, las entidades económicas, instituciones sociales y los ciudadanos, en los diferentes niveles de la división político-administrativa con el objetivo de garantizar la defensa del país’.

 

”A esta concepción de lucha, única en el mundo, la conocemos como Guerra de Todo el Pueblo. En ella se exige que en caso de una agresión imperialista cada patriota cubano, cada revolucionario, tenga un medio, un lugar y una forma de participar en el rechazo y aniquilamiento del enemigo.

 

”Lo expresado por él en esta idea, es más que un legado para los que ejerzan las máximas responsabilidades estatales y partidistas. Quienes no las tengan en cuenta, no sobrevivirán al error.

 

”Su legado trasciende las fronteras cubanas, nadie debe olvidar el llamado hecho por Raúl en la Cumbre Río+20, celebrada en Brasil, el 21 de junio de 2012. En esa ocasión mostró su gran talla de estadista comprometido con los destinos de la humanidad:‘Dejemos las justificaciones y egoísmos y busquemos soluciones. Esta vez, todos, absolutamente todos, pagaremos las consecuencias del cambio climático. Los gobiernos de los países industrializados que actúan de esta forma no deberían cometer el grave error de creer que podrán sobrevivir un poco más a costa de nosotros. Serían incontenibles las oleadas de millones de personas hambrientas y desesperadas del sur hacia el norte y la rebelión de los pueblos ante tanta indolencia e injusticia. Ningún hegemonismo será entonces posible. Cese el despojo, cese la guerra, avancemos hacia el desarme y destruyamos los arsenales nucleares’.

 

”Raúl deja un pueblo, un Partido y las estructuras gubernamentales unidos. Esta es nuestra arma más estratégica para el futuro.

 

”Te aseguro que es muy difícil encontrar en el mundo un militar de su rango con una vida guerrera tan larga que al ocupar responsabilidades civiles consulte tanto al pueblo como Raúl.

 

”Para quien no conoce y cree que en las Fuerzas Armadas Revolucionarias es ordeno y mando, es todo lo contrario, porque donde más se colegian las decisiones, las órdenes, reglamentos y disposiciones es en las FAR, pero una vez aprobadas estas se cumplen estrictamente, a diferencias de otros.

 

”Raúl es y será Raúl en sus cargos o fuera de estos, en vida o después de esta, porque su legado, al igual que el de Fidel, quedará por siempre en la mente y en la acción de los combatientes de las FAR y en todo un pueblo”.

 

Tomado de Revista Verde Olivo. Edición Especial, No.1, 2021

  • Raúl, Día de la Defensa, 1984. Foto: Archivo de la Casa Editorial Verde Olivo

  • Operación Caguairán. Foto: Raúl Abreu

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