Toma de Placetas
Después de la toma de Cabaiguán el 23 de diciembre de 1958, entramos a Placetas como a las diez de la noche por la Carretera Central subiendo por el Paseo Martí hasta llegar a la casa delante de la Estación de Policía.
Habíamos llegado a mi pueblo. ¡Cuánta emoción sentía! A este terruño le conocía cada pedacito y sufría con las injusticias que tantas veces presencié. Por ello no tuve indecisiones para incorporarme al Directorio Revolucionario y luchar por la independencia de mi Patria. Sabía que solo así se acabarían los abusos. Entonces, más orgulloso que nunca me aferré a mi fusil y tomé la posición indicada para comenzar el combate.
En camiones, habían llegado las tropas dirigidas por el comandante Ernesto Guevara, quien instaló su puesto de mando en la tienda de Alberto Rojas en la carretera de Fomento.
Por su parte, las fuerzas del comandante Víctor Bordón entraron por la carretera de Fomento y las del capitán Alfonso Zayas por la Carretera Central. Todas procedentes de Cabaiguán.
Al llegar el teniente Emerio Reyes con la vanguardia y el personal del capitán Roberto Rodríguez, el Vaquerito, se situaron en un extremo del elevado de la Carretera Central, donde se encontraban 30 soldados que se rindieron a las 13.00 horas del día 24. Por su parte, el capitán Julio Chaviano se ocupó del otro extremo.
Al comando Mario Reguera de las fuerzas del Directorio que yo pertenecía, dirigidas por el capitán Juan Abrantes le correspondió liberar la Estación de Policía, el Liceo y Hotel Estullerías.
Mientras nuestro jefe, el comandante Faure Chomón, arribó a Placetas por la carretera de Fomento, mientras enviaba un pelotón a cargo del capitán Ramón Guin a emboscarse en las cercanías de la localidad de Falcón con una ametralladora 30 por si llegaban refuerzos de Santa Clara.
El comandante Víctor Bordón y sus hombres se situaron en uno de los extremos de la ciudad. En cambio, el capitán Roberto Rodríguez con su pelotón suicida y otras fuerzas del Directorio atacaron a soldados apostados en el teatro Caridad, los cuales se rindieron a las 14:30 horas.
El capitán Ramón Pardo para llegar al pueblo tuvo que realizar un recorrido por la fábrica de galletas Elsa, y fue bombardeado y ametrallado por la aviación.
Entre las 07:00 y 08:00 horas del 24 de diciembre, el combate se había generalizado en el poblado y desde su comandancia el comandante Guevara indicó iniciar las gestiones dirigidas a la rendición del enemigo en todos los puntos de pelea. Poco a poco quedaba libre de la tiranía mi querido pueblo de Placetas.
En esta acción el ejército batistiano tuvo tres heridos y 97 prisioneros, además le fueron ocupadas 159 armas, más de cuarenta mil proyectiles de diversos calibres y una microonda.
En las filas rebeldes lamentamos que fueron heridos Roberto Gómez Cruzardo y Manuel Chacón.
Liberado Placetas, el capitán Juan Abrantes decidió ubicar el comando en la finca de mi papá que aún se encuentra en las afueras de la comunidad. Aquí nos mantuvimos hasta el 27 de diciembre que partimos para atacar Santa Clara junto a la gloriosa columna invasora comandada por su jefe, el Che.
Pie de fotos: El Che en su caballo Pajarito durante la Campaña de Las Villas.
Fuente consultada:
Luis Rosado Eiro y Felipa Suárez: Una mancha azul hacia el Occidente. Historia de la Columna Invasora No. 8 Ciro Redondo, pág. 257.
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