Siete décadas de una magistral victoria
«Cuando vi a Fidel por primera vez, lo estaban esperando para que entrara al juicio a los moncadistas. Estaba vestido de azul marino, los zapatos lustrosos y andaba bien peinado. Su primera victoria fue aquel juicio», Marta Rojas.
Se cumplen siete décadas del inicio del Juicio del Moncada, que tuvo lugar del 21 de septiembre al 16 de octubre de 1953, ocasión donde el alegato de autodefensa del joven abogado Fidel Castro Ruz, conocido como La historia me absolverá, convirtió de acusados en acusadores a los asaltantes de los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
La histórica frase del Comandante en Jefe: «Condenadme, no importa, la Historia me absolverá» dio nombre a los sucesos que rememoramos en este artículo, espacio donde el líder de la Revolución Cubana denunció las arbitrariedades cometidas por el gobierno de Fulgencio Batista contra los asaltantes del cuartel santiaguero, y realizó una contundente denuncia a los males de la república neocolonial cubana.
Evidenció, además, los basamentos políticos de la lucha con el aporte de datos veraces de la realidad de la nación, con derechos vulnerados y un desempeño económico que solo favorecía a la minoría privilegiada. Asesinatos o cárcel eran las opciones a los que combatían contra la dictadura imperante.
Sin lugar a dudas, La Historia me Absolverá constituye el Programa Político y Ético de la Revolución, uno de los pasajes de la lucha de los cubanos por su independencia durante más de un siglo. En este programa se resumen los anhelos del ciudadano cubano de la época.
En las sesiones del juicio relata con toda intención el porqué de la decisión armada, que perseguía restablecer el estado de constitucionalidad. El objetivo era darle al pueblo la independencia, libertad y justicia social por los que habían luchado nuestros próceres a lo largo de los años.
Con el alegato de autodefensa de Fidel, Cuba vio nacer lo que también se llamó posteriormente el Programa del Moncada, el cuerpo de objetivos más importantes a cumplir por la Revolución, una vez alcanzado el triunfo de 1959.
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