Cacarajícara

28 de Abril de 2024

Cacarajícara es una palabra apropiada para un trabalenguas. En las redes se puede encontrar alguno: "En Cacarajícara hay una jícara que el que la desencacarajicare buen desencacarajicador de jícaras en Cacarajícara será".Según Esteban Pichardo:"Cuando la güira está limpia y dispuesta ya para servir de jarro, o vaso, se llama jícara en la parte occidental y jigüera en la Vueltarriba"; o sea en el oriente de Cuba. Tal vez Cacarajícara es voz indígena y tienealgo que ver con jícara. José Amador, natural de Las Pozas, refiere queel árbol de güira siempre fue relativamente abundante en la zona donde se asienta Cacarajícara, que es un sitio de la precordillera norte de la Sierra del Rosario; en Bahía Honda, Artemisa situado a unos 12 km al suroeste de la cabecera municipal y a unos pocos kilómetros al sur sureste de la comunidad de Las Pozas.

 

En este paraje —entre el 30 de abril y el 1ro de mayo de 1896— Antonio Maceo tuvo un cruento combate. Fue esta una de las más importantes acciones combativas de la Segunda Campaña en Pinar del Río, la que se extendió para el Titán, entre el 15 de marzo y el 4 de diciembre de 1896 (la Primera había sido desde el 7 de enero hasta el 12 de febrero de 1896). El jefe mambí había salido de su campamento de Lomas de Tapia el 27 de abril para encontrarse con los expedicionarios de la goleta Competidor, que habían desembarcado dos días antes en Punta Verracos y hecho contacto con las fuerzas del coronel Juan Eligio Ducasse Reeve.

 

Las Lomas de Tapia son conocidas también como Peladero de Tapia, aunque por la sucesión de combates habidos allí (entre abril y junio de 1896), Maceo, con su fino humor, las llamó "Peleadero" de Tapia.

 

El 29 de abril Maceo combatió en Las Pozas,  contra el brigadier Suárez Inclán. En la mañana del 30 Maceo supo, por el teniente coronel. Socarrás, que la columna de Suárez Inclán había quedado en Las Pozas y marchaba en dirección al campamento de Cacarajícara, donde solo había 25 hombres de las fuerzas de Socarrás.

 

Maceo decidió llegar al lugar antes que los españoles para hacerles frente en este sitio; muy buena posición desde el punto de vista táctico, aunque tenía la desventaja de ser accesible por tres lugares. Nada supera la descripción de este combate a la que está recogida en el Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba a partir de las Crónicas de la Guerra, de José Miró Argenter: "Con Maceo iban unos 150 hombres, los que llegaron a 175, con los 25 que había en el campamento. Sobre las 09:00 hrs Maceo llegó con 20 hombres a la guardia avanzada sobre el camino de Las Pozas, y al poco tiempo divisó la vanguardia enemiga, que avanzaba sigilosamente.

 

La guardia del retén abrió fuego a la orden de Maceo. Los colonialistas respondieron; pero, sin adelantar en su posición. El jefe cubano colocó una segunda emboscada a unos cien metros de la primera y ordenó que todas las fuerzas disponibles salieran a reforzarla.

Cuando los españoles llegaron a esta segunda celada recibieron fuego de frente y de flanco, ya que la trayectoria del propio sendero favorecía a los insurrectos. Fue situada otra emboscada en el centro del camino, en un lugar rodeado de peñascos y ruda maleza; en ella esperaron durante unos 15 minutos la irrupción del enemigo.

El jefe español hizo adelantar la pieza de artillería para despejar el camino. Maceo dispuso abrir fuego con las escasas municiones con que aun contaba y de inmediato ordenó el ataque con el machete, para impedir que las tropas españolas pudieran rebasar las posiciones insurrectas.

 

En esos momentos llegó el coronel Juan Eligio Ducasse Reeve, con un refuerzo de 150 hombres de infantería, bien armados y amunicionados con los cartuchos de la expedición, lo cual cambiaba completamente la difícil situación de los cubanos. Maceo ordenó a Ducasse reforzar, con parte de su tropa, las otras dos entradas a Cacarajícara, y con el resto mandó a ocupar la trinchera que cerraba la entrada al campo, construida con troncos de quiebrahacha*.Allí se situaron 60 hombres y Maceo —con otros 40— se ubicó en un ángulo del camino para batir al enemigo con fuego convergente. Se produjo un silencio momentáneo; pero, al poco tiempo, un proyectil de artillería pasó rozando la trinchera.

 

Maceo había ordenado no disparar hasta que el enemigo llegara a la trinchera. Se oyó otro disparo de la pieza española cuando ya sus soldados estaban a unos 20 metros.Los insurrectos abrieron fuego a discreción sobre la masa de la infantería enemiga, que empezó a sufrir numerosas pérdidas, entre ellas la dotación completa de la pieza. Las tropas coloniales se desplegaron, sin proseguir su avance, a pesar de los esfuerzos de sus jefes.Maceo dispuso el abandono de la trinchera para situarse en las márgenes del arroyo, previendo las dificultades que tendría la evacuación de esta posición si el adversario lograba llegar hasta ella. Los españoles ocuparon el reducto abandonado y se mantuvieron en él.

 

A las 14:00 horas el jefe cubano ordenó que algunos destacamentos hostilizaran a la columna, la cual no hacía intentos de abandonar la posición ocupada. A la caída de la tarde chocaron destacamentos de ambos bandos cuando instalaban las respectivas guardias. En la madrugada Suárez Inclán evacuó parte de los heridos y a las 03:00 horas, del 1ro de Mayo de 1896, hizo un amago de ataque al campamento cubano, para iniciar su retirada.

 

Maceo, quien había previsto esta contingencia, mandó un mensaje al coronel Pedro Vargas Soto mayor (de origen chileno) para que organizara emboscadas a lo largo del camino de Bahía Honda, con vista a obstaculizar la marcha de la columna; pero estas órdenes no llegaron a tiempo y, por tal razón, el grueso de la tropa logró retirarse sin dificultades. No obstante, su retaguardia fue alcanzada en la mañana del primero de mayo en Loma Redonda, donde los españoles resistieron en lo posible el ataque de los cubanos defendiendo su ambulancia.

 

En esta acción cayó herido de muerte el teniente coronel Carlos Socarrás Acosta, oriundo de Bahía Honda. Los restos de la columna pudieron llegar a este poblado bajo la constante hostilidad de los insurrectos. El parte oficial español informó 87 bajas, entre ellas 13 muertos, de los cuales dos eran oficiales. Los cubanos tuvieron cinco muertos y 13 heridos, entre los primeros, además de Socarrás Acosta, el capitán Arturo Bolívar, uno de los  ayudantes de Maceo.”

Referencias:

* En la parte occidental de Cuba se conoce como quiebrahacha al caguairán, árbol de madera incorruptible, compacto y de una dureza extraordinaria; como lo describe Juan Tomás Roig y Mesa.

 

Fuentes Consultadas:

 

  • Colectivo de Autores: Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Primera parte. Tomos I, II y III. Ediciones Verde Olivo. La Habana, 2001.
  • Miró Argenter, J.: Crónicas de la Guerra. Tomo 2. Editorial Letras Cubanas. La Habana, 1982.
  • Pichardo y Tapia, E.: Diccionario Provincial Casi Razonado de Voces y FrasesCubanas. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, 1985.
  • Roig Mesa, J.: Diccionario Botánico de Nombres Vulgares Cubanos. Tomo 1. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 1983.

Artículos del autor:

Comentarios

En este sitio no se admiten comentarios que violen, incumplan o inciten a romper legislaciones cubanas vigentes o atenten y dañen el prestigio de alguna personalidad o institución, así como tampoco aquellos que contengan frases obsenas, groseras o vulgares. Verde Olivo se reserva el derecho de no publicar los comentarios que incumplan con las normas antes expuestas.

To prevent automated spam submissions leave this field empty.
CAPTCHA
Esta pregunta es para probar si usted es o no una persona real e impedir el envío automatizado de mensajes basura.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres que se muestran en la imágen.