Si bien las Tropas Especiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) constituyen el cuerpo de las tropas terrestres con el adiestramiento combativo para cumplir las misiones más difíciles; la Brigada Móvil es su fuerza de élite.

Los distingue el rigor de la instrucción y la fuerte preparación física. Son combatientes altamente especializados.

El imaginario popular le ha rodeado de cierto velo de admiración y misterio. Frecuentemente se les atribuyen habilidades o destrezas casi sobrehumanas.

Y algo de real siempre guardan este tipo de historias, pero sin los dones sobrenaturales y sí con dosis extra de coraje, inteligencia, constancia y sacrificio.

No hablamos de superhéroes. Estos no son personajes de capa y hierro.

Sencillamente son hombres y mujeres con voluntad de acero.

La Brigada Móvil de Tropas Especiales surge de la necesidad de las FAR de contar con unidades ligeras, de elevada preparación y especialmente equipadas, con la capacidad de llevar a cabo la exploración y librar acciones combativas en territorio ocupado.

Es así que el 22 de noviembre de 1974 queda oficialmente constituida la Brigada de Desembarco y Asalto con la participación de oficiales paracaidistas en la maniobra «Ayacucho 150».

Desde su fundación, la Brigada Móvil ha estado presente en los momentos más trascendentales de la historia militar revolucionaria cubana. Posee una rica experiencia combativa desde la epopeya internacionalista en la República Popular de Angola.

Cuenta entre sus filas con combatientes que alcanzaron estatura de héroes durante su participación en los principales combates y batallas.

Las victorias obtenidas contribuyeron a preservar la independencia de Angola, a alcanzar la independencia de Namibia y, con ello, el fin del oprobioso régimen del apartheid en Sudáfrica. La Brigada ha cumplido, además, otras misiones internacionalistas y servicios especiales en diversos países.

En 1986 obtuvo la actual denominación y nuevos medios de combate por orden del General de Ejército Raúl Castro Ruz.

Las elevadas exigencias de la preparación demandan de sus oficiales y combatientes un profundo dominio de la técnica de combate y el armamentopara solucionar los problemas más complejos en el teatro de la guerra.

Desembarcos helitransportados, supervivencia, enmascaramiento, defensa personal, ejercicios tácticos, conducción de medios blindados, tiro artillero; salidas al terreno, entre otras acciones contribuyen a la formación y especialización de estas tropas.

La Brigada Móvil de Tropas Especiales ha obtenido numerosos reconocimientos entre los que se encuentran la participación en revistas militares, desfiles por el primero de mayo y marchas del pueblo.

Banderas de honor, sellos conmemorativos, trofeos y certificaciones recibidas —por parte de instituciones nacionales e internacionales durante 45 años de servicio—fueron razones suficientes para obtener, en 2019, la Orden «Mayor General Antonio Maceo Grajales», uno de los honores más importantes que reciben las instituciones militares cubanas.

La exigencia de un entrenamiento intensivo y riguroso conlleva ciertos niveles de desgaste físico y psicológico.

Sin embargo, la Brigada Móvil de Tropas Especiales trabaja con especial atención en el aumento de las condiciones de vida de los combatientes, en el desarrollo y perfeccionamiento de la base material de estudio y en la superación permanente de los efectivos.

La Brigada Móvil prepara soldados y oficiales de la reserva de Tropas Especiales, así como combatientes profesionales con misiones específicas en constante disposición combativa y con un profundo sentido del cumplimiento del deber.

Su Destacamento de Misiones Especiales es considerado la vanguardia de la Brigada, y está apto para desempeñar diferentes roles en cualquier escenario.

El mito del superhéroe es desplazado definitivamente por la autenticidad del verdadero héroe. Si comparamos, será con una avispa negra, imperceptible y ligera, con el aguijón siempre listo para pelear.