Al recordar a Rubén Martínez Villena generalmente pensamos en el héroe revolucionario, en el abogado, el joven intelectual, el protagonista de la Protesta de los 13, hazañas todas representativas de su labor patriótica.

Sin embargo, no es muy común mencionar su obra poética, incluso a veces hacemos alusión a su faceta literaria sin saber que constituyen creaciones que pertenecen a Villena.

Cuanto vivió lo expuso en su prosa y especialmente en sus versos: algunos de ellos sarcásticos, otros de amor, muchos patrióticos, pero sublimes todos.

Su etapa de escritor, aunque breve, ocupa un lugar destacado en la literatura cubana del siglo XX. Sus creaciones reflejan la sensibilidad social y su rebeldía ante la injusticia. Entre sus obras más conocidas se encuentran El camino, El libro rojo, La pupila insomne y Canción del sainete póstumo.

Sirvan estas líneas para evocar y homenajear a Rubén Martínez Villena al cumplirse 124 años de su natalicio este 20 de diciembre.

La pupila insomne

Tengo el impulso torvo y el anhelo sagrado

de atisbar en la vida mis ensueños de muerto.

¡Oh, la pupila insomne y el párpado cerrado!…

(¡Ya dormiré mañana con el párpado abierto!)…