Para la primera quincena de diciembre de 1958, había sido expulsados hasta el último guardia del Escambray; recibida la expedición del yate Come Home con un potente cargamento de armas y municiones; firmado El Pacto del Pedrero entre el Movimiento 26 de Julio y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, al cual, 9 días después se unió el Partido Socialista Popular y se desarrollaba exitosamente la operación del Ejército Rebelde (ER) en el oriente del país. Estaban creadas las premisas para el desarrollo de la ofensiva relámpago en la provincia de Las Villas.

El poblado de Fomento contaba con un cuartel del ejército, cuatro posiciones en su interior y unos 135 efectivos bien equipados con armamentos y municiones.

Para la toma de este sitio, el comandante Ernesto Guevara, Che, ubicó sus fuerzas de la siguiente forma: “en los alrededores del cuartel se situaron el comandante Bordón y los capitanes Joel Iglesias y Alfonso Zayas con sus hombres; en la estación de radio y el hotel Florida, muy próximo uno del otro, el capitán Julio A. Chaviano y el teniente Miguel Ángel Álvarez con sus grupos; en la compañía telefónica, el teniente Manuel Hernández Osorio con sus efectivos; y en el teatro Baroja, el teniente Roberto Rodríguez con su pelotón suicida e Israel Chávez con su tropa”, así cuentan en el texto Una mancha azul hacia el occidente Luis Rosado Eiro y Felipa Suárez Ramos.

Además de ello, orientó dos fuertes emboscadas: una en el barriecito de Nazareno protagonizada por el capitán José Silva con su pelotón y otra en el poblado de Báez donde intervinieron fuerzas del Directorio, al mando del capitán Raúl Nieves y del teniente Víctor Dreke.

A las 05:00 horas del día 16 del referido mes, se inició el recio combate, casi de forma simultánea en toda la urbe. Alrededor de las 15:00 horas se rindieron los defensores de la compañía telefónica, tras la osadía del teniente Hernández Osorio que, de pie, disparó una cinta completa de su ametralladora contra el enemigo. Allí se hicieron 17 prisioneros y el Che instaló de inmediato su comandancia.

Una hora después capituló el enemigo de la estación de radio y el hotel Florida. El teatro Baroja fue necesario incendiarlo, pues el enemigo hacía tenaz resistencia y la aviación ametrallaba insistentemente, logrando su rendición el 18. 

Aviones B26, durante varios días ametrallaron y bombardearon indiscriminadamente las posiciones rebeldes y la población civil, causando varios heridos y la muerte de un menor de edad.

Luego de dos jornadas de combate y no recibir refuerzo, el jefe de las fuerzas enemigas, teniente Reynaldo Pérez Valencia, decidió rendirse entre las 15:00 y 16:00 horas del día 18. Tras la derrota, él solicitó incorporarse al ER, donde se mantuvo combatiendo hasta concluida la guerra.

El enemigo tuvo 3 muertos, 9 heridos y 123 prisioneros, se le ocuparon: un mortero de 81 mm, una ametralladora calibre 30 mm, 90 fusiles Springfield, gran cantidad de municiones y otros medios.

Cinco rebeldes resultaron heridos y cuatro muertos: el capitán Mariano Pérez López, Bali; el teniente Daniel Rodríguez Pérez; Wilfredo Cabrera Portal y Rolando Hernández Lemus.  

“El combate de Fomento revistió suma importancia porque fue ese el primer municipio liberado de la provincia villareña, y demostró la capacidad combativa del Ejército Rebelde, […] para sostener un combate frontal durante varios días contra un enemigo mejor equipado, y vencerlo”, afirman Luis Rosado Eiro y Felipa Suárez Ramos en su libro.

Fuente consultada:      

Luis Rosado Eiro y Felipa Suárez Ramos: Una mancha azul hacia el occidente,  Ediciones Verde Olivo, Ciudad de La Habana, 1999. Pp. 102,103 y 236.