¡Un pueblo, sembrado de antorchas, detrás de la bandera única de la patria!
En noviembre de 1891, Néstor L. Carbonell, presidente del club Ignacio Agramonte de Tampa, invitó a Martí a participar en una fiesta artístico-literaria. Llegó el Apóstol a la ciudad en la medianoche del 25, bajo un fuerte aguacero; a pesar de ello, lo esperaba una cincuentena de personas que lo acompañó hasta el Liceo Cubano, donde pronunció breves palabras. Realizó numerosas actividades en la efímera visita; las más significativas fueron los discursos conocidos como “Con todos y para el bien de todos (26 de noviembre)y “Los pinos nuevos” (27 de noviembre). En el mitin de despedida, el 28, se leyeron las Resoluciones aprobadas dos días antes y, ahora, ratificadas por la multitud, de lo que sería la organización que estaban creando.
El 5 de diciembre, escribió a José Dolores Poyo,director de El Yara de Cayo Hueso,y le expresó su deseo de visitar esa localidad. Enfermo, el 24 de diciembre arribó de nuevo a Tampa y al siguiente día, partió hacia el Peñón Heroico, como se conocía a Cayo Hueso. Lo recibió una multitud encabezada por José F. Lamadriz, veterano luchador independentista. Al saludarlo, Martí dijo: “Abrazo a la revolución pasada”, y Lamadriz respondió: “Abrazo a la nueva revolución”, gesto en el que se aprecia la continuidad de la obra revolucionaria.
Amaneció enfermo y el médico le impuso reposo; pero Martí aprovechó su reclusión para conversar con los líderes que lo visitaron. Allí redactaron el programa de lo que sería el Partido Revolucionario Cubano (PRC).El 3 de enero les presentó un borrador de los documentos rectores de la nueva organización, minuta que fue minuciosamente analizada.Así quedaron listos para su versión final las Bases del PRC y sus Estatutos secretos, aprobados el día 5 en reunión con los presidentes de todos los clubes, celebrada en el propio hotel y ratificados el 6, durante la velada en el club San Carlos.
Tras realizar diversas actividades patrióticas, partió el día 6 hacia Tampa, donde las Bases y Estatutos fueron aprobados tanto por la Liga Patriótica Cubana como por el club Ignacio Agramonte, durante los días 8 y 9 de enero.
Regresó a Nueva York, con el corazón lleno de entusiasmo, pues contaba con el apoyo decidido de la más numerosa comunidad de emigrados cubanos. Otra vez en Nueva York y aunque su salud no andaba muy bien, continuó trabajando, infatigable, en pro de la unidad.
En un mitin celebrado en el Hardman Hall, el 14 de febrero,1 pronunció el discurso de 75 minutos conocido como “La oración de Tampa y Cayo Hueso”, en el que analizaba los resultados de su viaje a Florida, con “un optimismo épico”.En ese discurso, Martí dio cuenta a la emigración newyorkina de lo ocurrido durante su visita a Tampa y Cayo Hueso, ciudades donde existían combativos grupos de emigrados cubanos y se habían dado, durante su visita, los pasos para la creación y organización del PRC, que uniría las diferentes asociaciones y grupos de emigrados en un partido único.
Con hermosas y emotivas palabras reconocería Martí la actuación de ambas ciudades: “¡[…] no se vio mano encogida, ni reserva enconosa, ni celos de capitaneo, ni aquellos comercios abominables que suele ofrecer al patriotismo puro el anhelo de la autoridad, —sino fiesta increíble, en que se fundían los hombres! ¡Y cuando el viajero, con aquella grandeza ennoblecido, volvió los ojos al decir adiós[…] ni campos diversos ni rivales ni perezosos ni descarriados vio, sino un pueblo, sembrado de antorchas, detrás de la bandera única de la patria!
Y añadióemocionado nuestro Héroe Nacional en las palabras finales: “¡Estascitas que nos estamos dando a un tiempo, este abrazo de loshombres que ayer no se conocían, esta miel de ternura y arrebato místico en que se están como derritiendo los corazones, y este arranque brioso de las virtudes más difíciles, que hacen apetecible y envidiable el nombre de cubano, dicen que he juntado a tiempo nuestras fuerzas, que en Tampa aletea el águila, y en Cayo Huesobrilla el sol, y en New York da luz la nieve,—y que la historia no nosha de declarar culpables!2
Los engranajes estaban listos. Muy pronto, apenas un mes después, vería la luz el primer número del periódico Patria (14 de marzo) y tras unos días más, el 10 de abril, se proclamaría oficialmente el Partido Revolucionario Cubano, cuya tarea esencial sería lograr la unidad de todas las fuerzas revolucionarias en la preparación de la guerra necesaria por la independencia de Cuba y Puerto Rico.
Referencias:
- En la Cronología José Martí 1853-1895, de Ibrahim Hidalgo (Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1992), aparece este discurso como pronunciado el día 14 de febrero; pero en las Obras completas (t. 4) aparece realizado el 17 de febrero.
- Véase, como en Céspedes y en Fidel, el sentido de responsabilidad ante el juicio de la historia.