Un asturiano muy martiano

Por María Luisa García Moreno
19 de Abril de 2022

Foto tomada de Ecured

Nacido en Navia, Asturias, Manuel Isidro Méndez Rodríguez (1882-1972) era hijo de un comerciante que había sido voluntario del ejército español en Cuba. Llegó a La Habana el 7 de diciembre de 1896 con solo 14 años de edad; poco después se radicó en Santiago de Cuba, donde ya se había establecido un hermano; más adelante, se trasladó hacia Artemisa, donde trabajó en el sector de la ferretería y se consagró a su superación cultural de manera autodidacta. Desde muy joven se vinculó con figuras del independentismo en Cuba, que sembraron en él el amor a esta tierra, donde echó raíces.

 

El 19 de mayo de 1918 pronunció un memorable discurso sobre José Martí en el Centro Obrero de aquella localidad.

 

Entre 1923 y 1936 volvió a España y participó activamente en las tertulias del Ateneo de Madrid, adonde asistían, entre otros, los escritores de la llamada Generación del 98; allí promovía la vida y la obra de Martí, a quien consideraba precursor del Modernismo, leía sus versos y lo destacaba, tanto por su patriotismo, como por la agudeza y elocuencia de sus discursos.

 

Ya un martiano fervoroso, recibió en 1924 el premio del Real Consistorio Hispanoamericano del Gay Saber de Madrid, por su estudio sobre el héroe cubano, primera biografía de Martí, la cual se publicó al año siguiente.

 

Al estallar la Guerra Civil en España, apoyó al Frente Popular, razón por la que se vio forzado a exiliarse.De nuevo en Cuba, en 1938, obtuvo el segundo lugar en el Concurso Literario Interamericano de la Comisión Central Pro-monumento a Martí, por su biografía del Apóstol, publicada ahora (1941) con el título deMartí. Estudio crítico-biográfico. En el texto, Méndez escribió:“[…] Existe movimiento martista intenso que cada día trae más adeptos, en Cuba y fuera de Cuba, a la pura admiración del Apóstol. Los que creen en la eficacia de la ejemplaridad de las virtudes, […] esplendorosas en la vida y obra de José Martí, forman legiones de hombres incansables y desinteresados, que sienten el impulso de propagar sus doctrinas […]”.1Y añadió: “Igual impresión optimista se recoge en las escuelas públicas, donde son pocos los niños que no tienen idea de Martí […] y son raros los que no saben de memoria alguno de sus pensamientos o alguna de sus poesías”.2

 

Escribió también Arpas y ósculo, Poetas de Artemisa, Tres tipos de cafetales en San Marcos de Artemisa y Biografía del cafetal Angerona.

Fue declarado Hijo Adoptivo de la villaartemiseña, en acto público efectuado el 28 de julio de 1940, al cual asistieron personalidades de la talla de Fernando Ortiz, Emilio Roig y Manuel Bisbé. Al constituirse en juniode ese año la Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales, formó parte de su directiva y presentó importantes trabajos en los Congresos Nacionales de Historia efectuados entre 1942 y 1960.

 

Se graduó de periodista en la Escuela Profesional de Periodismo Manuel Márquez Sterling. Colaboró en diversas publicaciones como La Libertad y El Ideal, de Artemisa; Orto, de Manzanillo; Bohemia, Carteles, Revista Bimestre Cubana, Diario de la Marina, El País, Revista de la Biblioteca Nacional, Fragua Martiana y La Rosa Blanca, de La Habana.

 

Compiló El Ideario de Martí, publicado por Cultural S. A. en 1930 y tuvo a su cargo la coordinación, prólogo y síntesis biográfica de las Obras completas de Martí, en dos tomos, publicadas por la Editorial Lex en 1946. Por encargo de Raúl Roa, en 1949 participó en una comisión de expertos, formada para asesorar a la Unesco en la selección de la obra martiana. Presidió el Congreso de Escritores Martianos, efectuado en  el año del centenario del natalicio del Apóstol. Formó parte de la directiva de la Institución Hispanoamericana de Cultura, así como de la Academia de la Historia de Cuba. Se mantuvo vinculado a la labor y producción intelectual hasta una avanzada edad.

 

Recibió la Orden de Mérito, con motivo del 125 aniversario del natalicio de Carlos Manuel de Céspedes (1944).

 

Murió en La Habana en 1972.

 

El desaparecido escritor Luis Suardíaz dijo de Manuel Isidro Méndez en resumen esencial: “Sin dejar de ser un asturiano enamorado de su gente y de su tierra, unió su destino a su nueva patria y enseñó a propios y extranjeros a conocer y a amar a José Martí”.3

 

Referencias:

 

  • Manuel Isidro Méndez: Martí, Imprenta P. Fernández y Cia, La Habana, 1941, p. 11.
  • Ibidem.
  • Ángel Luis Martínez: “Artemisa y el primer biógrafo de Martí”, 21 de enero del 2011, en

https://josemarticuba.blogspot.com/2011/01/artemisa-y-el-primer-biografo-de-marti.html