De entre las cañas emerge un líder

Por capitán Dalia Isabel Giro López
21 de Enero de 2022

El ejemplo de Jesús Menéndez prevalece entre los azucareros que reverencian su trayectoria de vida.

Jesús Menéndez Larrondo, convertido en símbolo de las luchas obreras, permanece vivo en la memoria de los cubanos después de ser asesinado por sicarios pagados por los terratenientes y magnates de la época, a los que siempre se enfrentó.

 

Y es que a pesar de no tener más estudios  que  los cuatro primeros grados de una escuelita pública en su natal Encrucijada, Las Villas; este gran hombre ascendió desde el central azucarero hasta el parlamento burgués y los congresos internacionales, y desde allí,  defendió los intereses de su clase y del pueblo que lo veía como un digno representante.

 

Siendo un niño se inició en los cortes de caña y en las vegas de tabaco de la zona; así, al fragor del trabajo entre los obreros, emergió su filiación comunista. Por la honestidad a toda prueba que lo caracterizaba, escaló a la máxima dirección del movimiento sindical cubano y ese ejemplo mantiene vigencia entre la clase obrera de hoy.

 

Por ello, jamás una bala calló su voz ni apagó el fuego impetuoso que forjó como líder sindical. Su ejemplo se convirtió en bandera para continuar la lucha contra la miseria y el hambre.

 

El llamado diferencial azucarero estuvo entre sus principales conquistas y fue uno de los logros más relevantes de las luchas obreras en Cuba antes de 1959. Por esa entrega, el poeta nacional Nicolás Guillén le llamó: el general de las cañas.

 

Convertido en símbolo

 

Aquel hombre esbelto, negro y temerario no pudo evadir la muerte que le acechó el 22 de enero de 1948 en la Estación de Ferrocarril de Manzanillo, cuando Casillas Lumpuy −sicario del gobierno de turno−, lo asesinó por la espalda.

 

Cuatro disparos cercenaron la vida del general de las cañas, y la Isla perdía al defensor de los trabajadores azucareros cubanos.  

 

El luto que experimentó entonces el país constituyó una impresionante demostración de duelo popular durante el sepelio. Las ideas sociales y políticas por las que luchó y murió, se confirman hoy en la obra de la Revolución.

 

La trayectoria del líder azucarero Jesús Menéndez Larrondo hasta aquel día en que fue asesinado, constituye un ejemplo representativo de revolucionario cabal.

Su largo historial sindical en el sector azucarero, desde los años de la tiranía machadista, lo condujo a protagonizar importantísimas luchas a favor de su sector hasta que la oligarquía reaccionaria decidió matarlo.

 

Al cumplirse el aniversario 78 del vil asesinato del líder azucarero Jesús Menéndez Larrondo, le rendimos homenaje en el trabajo diario que fragua el futuro de los obreros, no solo en Cuba sino en toda América.