En una Revolución se triunfa o se muere, si es verdadera

Por: Angélica Paredes López
29 de Septiembre de 2025

En una Revolución se triunfa o se muere, si es verdadera. Foto: Cortesía del autor 

El tercer día de octubre de 1965 cientos de miles de cubanos permanecieron aferrados a su radio escuchando las palabras del líder de la Revolución cubana. El país vivía los primeros años del triunfo revolucionario.

 

Relatan quienes vivieron aquel memorable suceso que, con su uniforme de campaña, Fidel Castro se paró ante el podio ubicado en el entonces Teatro Chaplin —hoy Karl Marx—en La Habana. Se celebraba allí el acto solemne donde quedaba constituido el Primer Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

 

Pero cuando Fidel dio a conocer cómo quedaba integrada la máxima dirección de la organización de vanguardia de la Revolución, faltaba alguien que por derecho propio merecía pertenecer al órgano partidista.

 

Fue entonces cuando Fidel, con la voz firme, entrecortada a la vez,quebrada por la emoción, leyó la carta de despedida del Comandante Ernesto Che Guevara.

 

«Hay una ausencia en nuestro Comité Central —expresó Fidel— de quien posee todos los méritos y todas las virtudes necesarias en el grado más alto para pertenecer a él y que, sin embargo, no figura entre los miembros de nuestro Comité Central».

 

Entonces, Fidel estremeció al país con la lectura de la histórica misiva, y sus palabras siguen apretando el corazón de millones de personas, 60 años después:

 

«Siento que ya he cumplido la parte de mi deber que me ataba a la Revolución cubana en su territorio y me despido de ti, de los compañeros, de tu pueblo, que es ya mío (…) Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos (…) luchar contra el imperialismo dondequiera que esté; esto reconforta y cura con creces cualquier desgarradura (…) si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento será para este pueblo y especialmente para ti…».

 

Durante la memorable jornada también se creó el periódico Granma, órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. En su intervención, Fidel informó al pueblo que se había decidido la fusión de los periódicos «Revolución»y «Hoy» en un solo órgano oficial, «que llevará el nombre de Granma, símbolo de nuestra concepción revolucionaria y de nuestro camino».

 

Aquel histórico día, las palabras del Che, en la voz de Fidel, convocaron a «luchar contra el imperialismo donde quiera que esté, esto reconforta y cura con creces cualquier desgarradura».

 

La carta de despedida del Guerrillero Heroico marcó la memoria colectiva de millones de personas en el mundo. A los cubanos nos dejó valiosas lecciones; nos mostró que «hay lazos de otra clase que no se pueden romper como los nombramientos».

 

La carta de despedida del Che representa uno de los más trascendentales testimonios de la integridad y grandeza del incansable guerrillero. Para siempre, el Che será un hombre íntegro que nos sigue abrazando con fervor revolucionario. Durante todos estos años, con sus innumerables virtudes, ha estado presente ocupando su lugar de combate dentro de la militancia partidista, con la certeza profunda de que «en una Revolución se triunfa o se muere, si es verdadera».

 

Y la voz entrecortada, profunda y firme de Fidel, nos sigue estremeciendo como aquel 3 de octubre de 1965, en La Habana.