Cuba encarna la ética martiana. (I) Martí latinoamericanista, anticolonialista.
Desconocer a Martí es negar cualquier análisis serio destinado a descubrir verdades. El jadeo colonialista norteamericano sobre las Américas, pareciera perenne desde su propia descripción, y hay que ver los estragos de quienes estrangulan la historia trasrápidas lecturas descontextualizadas, caquécticas de juicios y preñadas de objetivos desvergonzados,malsanos y lucrativos, que hacen entrega a domicilio desde los espacios imperiales propiciados por la “revolución tecnológica”.
Asimilar el contenido martiano desde la obraliteraria, sus crónicas, ensayos, artículos, epistolario y discursos, con un lúcido enfoque socio histórico, expedita los aciertos. De ahí el valor inmenso de que la intelectualidad cubana coadyuva la convivencia con el Apóstol, y ante lo cual, el magisterio cubano debiera plegar toda su sapiencia;máxime en tiempos como los que corren, en los que la confusión se ofrece como bárbaro caldo de cultivo para errar.
Enciclopédica pudiera ser la extensión de las infelices coincidencias de ayer y hoy sobre el obstinado afán de los beneficiarios foráneosimperialistas por apoderarse de nuestra América y en especial de Cuba. Mucho pudiera hablarse, además, de sus miserias y las mil veces repetidas “estrategias” para alentar caos y succionar cuanto nutriente esperan de la podredumbre.
A decir de Martí: “Dicen que han solido venir ciertas gentes de nuestras tierras a ofrecer a los Estados Unidos, en cambio de este o aquel apoyo, pedazos de nuestro territorio; y saber sería bueno quiénes fueron, para hacer una picota que llegase a las nubes, y poner en ella su nombre en letras bien negras”.1
Y hoy la picota llega a las nubes con nombres en letras muy negras. En la serie que inicia este primer trabajo por la conmemoracióndel 170 Aniversario del natalicio de Martí, se pretende demostrar que la fuente del saber se inclina hacia nuestro lado. Tomemos de las sabias advertencias de nuestra intelectualidadrevolucionaria, las armas para enfrentar los desafíos de hoy, que por alguna razón, suelen parecerse en algo a los de ayer. Cuba tiene a Varela, sacudidor de los dogmas; a Luz y Caballero y a Enrique José Varona porque tiene a Martí. La intelectualidad cubana lo interpreta desde el presente con garantías de futuro, para que lo hagamos nuestro, de cada uno.
Referencias:
José Martí:La próxima exposición de New Orleans a los gobiernos, municipios, escuelas de agricultura y hacendados de la América Latina, La América, Nueva York,mayo de 1884, p. 370.