La historia de la vida y obra del doctor Carlos Juan Finlay representa un ejemplo de la intuición de un genio que supo vislumbrar la verdad científica entre un cúmulo de doctrinas falsas en una época en que predominaban las doctrinas insalubres de los contagios y la teoría insectil apenas era emitida por contadísimas personas.

Finlay planteó con claridad el papel que juega un insecto hematófago (es el hábito de alimentación de aquellos que se nutren con sangre) en la transmisión de la fiebre amarilla, una pestilencia que asolaba desde hacía siglos los puertos y ciudades de América.

Su método era el fruto de la observación, del estudio y del experimento;no obstante, fue ignorado y rechazado por la aptitud dogmática de sus colegas que defendían las doctrinas médicas tradicionales.

El investigador, falto de recursos de toda especie, sin amigos influyentes ni apoyo de ninguna índole, y con la imposibilidad de hacer una demostración plenamente irrefutable de su teoría, optó por procurar la inmunización de los individuos que voluntariamente se ofrecieron confiados en la seguridad de sus conocimientos.

Después de 20 años, se puso a prueba la teoría del sabio cubano, pues se realizaron experimentos que comprobaroncon testimonios irrebatibles que la fiebre amarilla se trasmitía de una persona a otra por la picadura del mosquito.

Se puso en ejecución el programa de saneamiento concebido por Finlay, con la finalidad de eliminar las zonas que pudieran permitir la reproducción del mosquito. En esa época se nombró a Carlos J. Finlay como presidente de la Junta Nacional de Sanidad; después fue el Director General de Sanidad. En 1909, Finlay renunció a su cargo oficial. El médico consideraba que la obra a la cual había dedicado su existencia estaba concluida.

Carlos Juan Finlay Barrés nació el 3 de diciembre de 1833, su padre era un médico oftalmólogo de origen inglés que residió en Cuba desde 1831. El doctor cubano estudió medicina en el Jefferson Medical College de Filadelfia, Estados Unidos, del que se graduó en 1855 cuando contaba con 22 años.

Cada 3 de diciembre se celebra el Día de la Medicina Latinoamericana.Fue el interés en celebrar con merecida solemnidad el centenario del natalicio del médico cubano Carlos J. Finlay lo que motivó en 1933 la propuesta de instaurar dicho día en honor a quienes consagran su vida a la ciencia, a las investigaciones, a combatir las enfermedades, y a hacer de la atención médica un derecho cotidiano de la humanidad.

El 20 de agosto de 1915 muere en La Habana este insigne médico cubano.Su obra científica es reconocida a nivel mundial y lo sitúa entre los grandes forjadores de la nacionalidad cubana. Indiscutiblemente, Finlay es el mayor símbolo de la investigación científica de nuestro país.