El Generalísimo al servicio de la Patria
Poco conocido es que Máximo Gómez llegó a Cuba por su vínculo con las fuerzas militares españolas, que lo enviaron a nuestro país como comandante de las tropas dominicanas.
Esto lo sumergió en la doble desconfianza, que debe ser la peor de todas, pues los independistas lo miraban con recelo, y los españoles lo vigilaban de cerca.
Pero fue el propio Gómez quien, a la distancia del tiempo, y con la madurez sobre sus hombros, se criticó a sí mismo:
«Joven yo, ciego y sin discernimiento político para manejarme dentro de aquella situación, más que difícil oscura, porque la revolución se presentó más que defectuosa, enferma, fui arrastrado por la ola impetuosa de los sucesos, y me encontré de improviso en Cuba, a manera de un poco de materia inerte que lejos de su centro arrojan las furiosas explosiones volcánicas.
Era la primera vez en mi vida que abandonaba el suelo natal, y muy pronto empecé a purgar la culpa cometida, con la pena más cruel que puede sufrir un hombre».
Y fue precisamente Cuba y su deplorable realidad de colonia, la que le ayudó a comprender.
Tan es así, que apenas seis días después del alzamiento de Céspedes en La Demajagua, ya había decidido de qué parte de la historia iba a estar.
Como nació el 18 de noviembre de 1836, al llegar a Cuba en 1865, estaba próximo a cumplir 29 años.
En ese entonces ya había alcanzado el grado de Capitán de caballería y Comandante, por lo que era al principio de la contienda, tal vez el único alzado que tenía experiencia militar y de guerra.
Para ese entonces, ya se había licenciado.
Aunque inicialmente había sido destinado a la ciudad de Santiago de Cuba, con posterioridad se trasladó a un poblado de la jurisdicción de Bayamo.
Conocido es que en esa zona existía el núcleo independentista más importante del país, lo que reventó en que el alzamiento empezara precisamente por esa zona.
Los aires de Bayamo ejercieron una influencia directa en Gómez, quien no tardó en sentirse identificado con algunos de los conspiradores.
De hecho, se alzó junto a su amigo José Joaquín Palma, y en virtud de sus antecedentes militares, fue nombrado sargento mayor.
Ciertamente, la historia militar de Cuba no puede escribirse sin el aporte de ese dominicano, quien también algunas veces tuvo que caminar a contracorriente por su condición de extranjero.
Y su valía fue advertida rápidamente por el Mayor General Donato Mármol, quien le dio la dificilísima tarea de detener una tropa de 700 soldados que avanzaba hacia Bayamo.
Gómez contaba con 200 hombres, pero no era solo inferioridad numérica lo que existía en el campo de batalla.
No puede desestimarse que los españoles formaban parte de un ejército regular, con una enorme cantidad de armas y parque, que incluía piezas de artillería.
Un combate frontal podría ser nefasto y hasta malograría tempranamente los cimientos del Ejército Libertador en ciernes.
Ahí fue que apareció el machete, y sin dudas, fue el componente que equilibró las cosas con respecto a los españoles.
Al día siguiente, en un parte enemigo, se dijo del ataque que había sido «con feroz empeño», definiéndose desde ese momento, que no había grito que amedrentara más al Ejército de la Corona que el de «al machete».
Aunque meteóricamente, pero bien ganados, recibió los grados de Mayor General y sucedió en la jefatura de las tropas de Oriente a Donato, después de su fallecimiento.
Sin embargo, no fue el machete lo único que lo distinguió.
Si algo lograba en las tropas españolas era el desconcierto por tácticas tan poco convencionales como hacer retrocesos y avances, que a simple vista parecían erráticos.
Eso los llevó muchas veces a tomar el repliegue por retirada, y era cuando las tropas mambisas investían con golpes quirúrgicos por la retaguardia.
Antonio Maceo se hizo la siguiente pregunta:
«¿No es el más capaz de todos, y el que ahoga la ambición mezquina con su gloria y con su espada, más grande y más brillante que todos?».
Martí, por su parte, aunque una vez tuvo una desavenencia con él, lo respetó tanto que fue a quien primero llamó para la Guerra Necesaria, porque «donde está él, está lo sano del país» y supo «ser grande en la guerra y digno en la paz».
Después de su encuentro en Montecristi en 1892, Martí le encomendó «este nuevo trabajo, hoy que no tengo más remuneración que brindarle que el placer de su sacrificio y la ingratitud probable de los hombres».
La respuesta fue meridiana:
«Para la parte que me toca, para la cantidad de trabajo y de labor en la grande obra que vamos a recomenzar, desde ahora puede usted contar con mis servicios».
Antes de comenzar un combate Gómez dijo a sus hombres: «Haremos frente al enemigo y no saldremos de esta zona.
Nuestro machete está ya inquieto en su funda. Los tiros españoles enardecen nuestros pechos.
Estamos todos al servicio de la Patria».
Referencia:
- Aguilera, A. (2023). Máximo Gómez, de sargento a Generalísimo. Cubadebate. Obtenido de http://www.cubadebate.cu/especiales/2023/10/15/maximo-gomez-de-sargento-a-generalisimo/
- Alfonso, A. (2024). Máximo Gómez, legado solidario e imperecedero de luchador por la independencia de Cuba. Tribuna de La Habana. Obtenido de https://www.tribuna.cu/historia/2024-06-17/maximo-gomez-legado-solidario...
- Cubadebate (2023). Evocan a Máximo Gómez a 187 años de su natalicio. Cubadebate. Obtenido de http://www.cubadebate.cu/noticias/2023/11/18/evocan-a-maximo-gomez-a-187-anos-de-su-natalicio/
- González, R. (2016). Máximo Gómez en Fidel Castro. Revista Verde Olivo. Obtenido de http://www.fidelcastro.cu/es/articulos/maximo-gomez-en-fidel-castro
- Hart, A. (2023). Máximo Gómez, el Generalísimo. Cubadebate. Obtenido dehttp://www.cubadebate.cu/opinion/2023/11/16/maximo-gomez-el-generalisimo/
- Morales, G. (2023). Generalísimo Máximo Gómez: gran estratega militar. Trabajadores. Obtenido de https://trabajadores.cu/20231118/generalisimo-maximo-gomez-gran-estratega-militar/
- Puig, Y. (2023). Máximo Gómez, un legado de heroísmo. Presidencia de la República. Obtenido de https://www.presidencia.gob.cu/es/noticias/maximo-gomez-un-legado-de-heroismo/
- Tamayo, G. (2024). El Generalísimo Máximo Gómez Báez. La Demajagua. Obtenido de https://lademajagua.cu/el-generalisimo-maximo-gomez-baez/
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