Volveremos a salir

La frase es una promesa que ya hemos comenzado a cumplir. Nos la dijo el General de Ejército Raúl Castro Ruz cuando la situación obligó a dejar de publicar la revista VERDE OLIVO, en los momentos más tensos del período especial, cuando todo comenzó a escasear, menos la dignidad, el honor y la vergüenza. Quizás hubo lágrimas en los ojos de quienes habíamos sido parte inseparable de estas páginas, que comenzaron a editarse el 10 de abril de 1959, bajo las orientaciones del Comandante en Jefe, de Raúl, Che y Camilo.
Nos sentíamos continuadores de El Cubano Libre y de Patria, publicaciones fundadas por Maceo y por Martí, para hacer nuestra independencia. Alcanzados al fin los sueños de los libertadores, antes frustrados por la apetencia anexionista yanqui, no hicimos sino retomar estas armas del Titán de Bronce y del Apóstol, de los fundadores de Radio Rebelde en plena Sierra Maestra, y tomamos como nuestra la verdad martiana: “tiene tanto el periodista de soldado”.
Y como soldados de la palabra, hecha para decir la verdad y no para encubrirla, transitamos toda una etapa de épica y leyenda, durante la cual, siempre junto a nuestro pueblo aguerrido, VERDE OLIVO estuvo presente en cada proeza y hazaña.
Así fue durante el nacimiento de las Milicias Nacionales Revolucionarias, la Lucha Contra Bandidos, ante las provocaciones de la soldadesca imperial en la usurpada Base Naval de Guantánamo, en Playa Larga y en Girón, en la Crisis de Octubre, cuando el huracán Flora anegó la región oriental y dio origen a la voluntad hidráulica, en las zafras del pueblo, en las cosechas de café, en las siembras de cítricos, vegetales y hortalizas, en las maniobras, en las misiones productivas del Ejército Juvenil del Trabajo, en la formación de oficiales y cuadros, en la preparación de la reserva y las MTT, en ocasión del viaje espacial del primer cosmonauta cubano y latinoafricano, en las tareas sindicales de los civiles de la defensa y en cada acontecimiento de este casi medio siglo de victorias.
Después partimos hacia otras tierras del mundo como corresponsales, a reportar combates, territorios hermanos liberados y el fin del oprobioso apartheid.
Si alguien quiere adentrarse en la Historia de Cuba, sobre todo en su aspecto militar y combativo, tendrá que recurrir a los archivos y revisar las páginas de VERDE OLIVO, órgano de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en las cuales aparecen todos los episodios de esta epopeya que comenzó el 10 de octubre de 1868 en la Demajagua y continúa hasta hoy, indetenible.
Algunos de los que dieron mucho de sí para hacer posible que cada semana apareciera VERDE OLIVO, ya no están físicamente entre nosotros: El catalán José Forné Farreres, veterano de la Guerra Civil Española, quien a pesar de haber perdido su brazo derecho, aprendió a escribir con la izquierda, en el sentido humano y político de la palabra, y nos enseñó mucho a todos.
Miguelito Brugueras, director; Sergio Canales, maestro del lente y de la temeridad; Eutimio Pérez, un guajiro serrano que supo superarse y hacerse magnífico fotógrafo; Pastor Cabrera, un santiaguero alegre y excelente; Jesús Casal Guerra, herido en los combates de Girón y periodista ciento por ciento; Elder Santiesteban, siempre preocupado por elevar el nivel cultural de las tropas o José Tejedor, el simpático caricaturista de los Siete Detalles.
Pero los veteranos volvemos a la carga con el relevo garantizado por los jóvenes que se incorporan, ansiosos de hacer y de crear.
Aquella frase del Ministro de las FAR: “Volveremos a salir ”, nos pudo parecer un epitafio, cuando sencillamente reflejaba su optimismo y confianza en el futuro, palpable realidad ahora, y muestra de que con el trabajo, esfuerzo y eficiencia de nuestro heroico pueblo, estrechamente unido bajo la guía certera del Partido y el Comandante en Jefe, vamos dejando atrás los momentos más difíciles.
En todo caso cumplimos la orden que se impartió a todas las FAR: preservamos la técnica, preparamos mucho mejor el teatro de operaciones, cavamos más la trinchera que servirá de tumba al invasor, y aquí estamos, con el entusiasmo de la primera vez, la experiencia de la vida, y el empuje de los que vienen detrás.
Tenía razón, pues, el General de Ejército Raúl Castro: ¡Ya estamos saliendo! Y nadie olvide que VERDE OLIVO es simplemente una rama del Caguairán, ese palo duro del monte que retoña más fuerte e invencible.