La Dirección de Cuadros del Ministerio de las  Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) mantiene, desde su creación el 13 el noviembre de 1962, una atención priorizada al cuerpo de oficiales.

Con las ejemplares aptitudes que acompañaron las acciones del Cuartel Moncada, el Granma y el Ejército Rebelde, emergieron los primeros cuadros; cimiente para la posterior consolidación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).

Desde entonces, la selección rigurosa y la promoción por méritos atendiendo a las cualidades para el mando y el sacrificio continúan siendo premisas en el proceso que desarrolla esta Dirección a lo largo de 60 años.

Subordinada al Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar), la Dirección de Cuadros inició con la misión de dirigir el control de los oficiales que existían y posteriormente realizar la capacitación, formación y preparación de otros que en el futuro pudieran dar respuesta a las agresiones contra nuestro pueblo.

Para cumplir estas funciones el órgano posee una estructura que ha cambiado desde su creación, adaptándose a las necesidades del momento y a los diversos procesos de perfeccionamiento acometidos por la institución armada.

Posterior al surgimiento de la Dirección de Cuadros, en 1962, se definieron un conjunto de principios y lineamientos que al integrarse a la práctica, dieron lugar a las ideas básicas que hoy sustentan el actual sistema de trabajo con los cuadros militares. Todo ello en correspondencia con la Resolución sobre política de cuadros, trazada por el Partido Comunista de Cuba.

Garantizar la correcta aplicación de estos procedimientos, mediante la orientación, seguimiento y control del cumplimiento de la base reglamentaria y de los diferentes subsistemas que conforman el sistema de trabajo con los oficiales y suboficiales de los órganos del Órgano Central de las FAR, es tarea permanente para sus miembros.

Al arribar a su aniversario 60, vale reconocer la labor que sus integrantes realizan día a día para cumplir lo reglamentado por nuestras FAR, bajo la premisa de mantener la información actualizada para prestar un servicio eficiente y confiable a los principales jefes y cada especialista que necesite de datos para el trabajo con sus subordinados.

Ese desempeño constituye el eslabón que encadena la materialización en el cumplimiento de la Política de Cuadros, aprobada por el PCC, con su permanente perfeccionamiento para mantener la historia viva, no perder ninguna información y preservar lo más valioso: el cuadro.