Estamos acostumbrados a pensar en Eusebio Leal Spengler como la alta personalidad —reconocida a nivel internacional— que llegó a ser y nos olvidamos de su origen humilde, que lo llevó a comenzar a trabajar con solo 16 años, en la Administración Metropolitana de La Habana, donde alcanzó el nivel de sexto grado.

Allí fue acogido por otro grande de nuestra cultura, Emilio Roig de Leuchsenring, quien nucleaba a su alrededor a jóvenes interesados en la historia. De forma autodidacta y con la guía de tal mentor, creció a impulso de una voluntad de hierro y, en 1967, fue designado director del Museo de la Ciudad de La Habana y sucedió a Emilito como Historiador de la Ciudad.

Como solo tenía acreditado el sexto grado, llevado por su vocación, se presentó a exámenes de suficiencia académica en la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana, lo que le permitió ingresar a este centro de altos estudios por Decreto del rector, para cursar laLicenciatura en Historia en 1974. Una vez graduado, cursó estudios de posgrado sobre restauración de Centros Históricos, por una beca conferida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Italiana; se doctoró en Ciencias Históricas y realizó una maestría en Ciencias Arqueológicas y otra en Estudios sobre América Latina y el Caribe.

Así, aquel jovencito que en 1959 no tenía sexto grado, pudo asumirla responsabilidad de llevar adelante importantes obras como la restauración del Palacio de los Capitanes Generales, hoy sede del Museo de la Ciudad; del centro histórico de la capital, incluidos la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña y el Castillo de los Tres Reyes del Morro;del perímetro de las antiguas murallas y el sistema de fortificaciones de la ciudad, inscrito en 1982 en la Lista del Patrimonio de la Humanidad; del Capitolio Nacional…De igual forma, logró traer a Cuba una réplica de la estatua de José Martí —esculpida por la escultora estadounidense Anna Hyatt Huntington, la cual integra —junto a las Simón Bolívar y José de San Martín— el trío de esculturas ecuestres, de bronce, que representan a líderes latinoamericanos y se exhiben en el Central Park, de Nueva York.

Miembro del Comité Central del PCCy diputado a la Asamblea Nacional, Leal desempeñó múltiples responsabilidades y ejerció tareas de carácter científico y docente como la de decano de la Facultad del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, presidente de la Red de Oficinas del Historiador y Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba. Asimismo, fue embajador de Buena Voluntad del sistema de las Naciones Unidas. Recibió el título de Profesor de Mérito de la Universidad de La Habana y el de doctor honoris causade varias universidades. Le fueron otorgados numerosos premios y reconocimientos, en particular el de Héroe del Trabajo de la República de Cuba.

Falleció en La Habana el 31 de julio del 2020 y recibió el merecido respetoy cariño de su pueblo. En su honor, la Unión de Historiadores de Cubacierra en esa fecha la Jornada por el Día del Historiador Cubano, en homenaje a todos los que, como él, con la historia defienden la Patria.