Seis años habían transcurrido desde que fueran cerradas las cortinas imaginarias del IV Congreso del Partido Comunista de Cuba, en 1991. Desde entonces, el mundo y el país experimentaron cambios significativos, aunque muy a pesar de los enemigos, y al contrario delo que habían vaticinado, la Revolución siguió su curso.

Entre los días 8 y 10 de octubre de 1997, se realizó el V Congreso, bajo el lema: «Este pueblo, este partido, jamás entregarán su unidad».Si bien el cónclave anterior estuvo matizado por la incertidumbre, sobre todo en relación al camino que tomarían los acontecimientos internacionales, este momento estuvo marcado por los logros de un país que, a contracorriente, sobrevivió y consiguió resultados alentadores.

Sobre la proeza nacional escrita en los años previos a 1997 todavía queda mucho por decirse.El país se llenó de héroes anónimos que hicieron de la resistencia y la creatividad su día a día. Los vaticinios realizados por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz,durante la inauguración del IV Congreso, se cumplieron en su totalidad y la economía sufrió un doble impacto, pues se unieron la pérdida de los mercados de importación y exportación, con el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos.

Entre ambos congresos, el autor de este artículo cursó la enseñanza primaria y parte de la secundaria, por lo que puedo dar fe de los esfuerzos de mi madre y de mis maestros. Sin embargo, nunca el aula dejó de recibirnos, y mi casa se convirtió también en la escuela de la resistencia.

En el Informe Central se abordaron ampliamente diversas temáticas de las que destaco la inversión extranjera y el turismo, ya mencionadas en el IV Congreso. Cada una de ellas traía aparejados fenómenos negativos, pero el país requería la entrada de divisas, y la actualización de determinadas concepciones al respecto. Si bien en 1997 faltaba mucho por avanzar, en el evento se mencionaron resultados palpables en ambos rubros.

Fue realizado un recuento sobre la implementación de otras medidas complejas, como la despenalización de la tenencia de divisas, la aceptación del envío de remesas desde el exterior, la creación de tiendas y de servicios en divisas, y la circulación de dos monedas.

Incluso en esas difíciles circunstancias, se registraron aumentos en producciones como la petrolera, el níquel y la electricidad que, si bien no daban respuesta a todas las necesidades del país, constituían una muestra de que la nación no estaba inerte. Esto también lo confirmó de manera especial, el desarrollo científico alcanzado, con énfasis en la biotecnología y la industria farmacéutica.

El Informe Central ratificó el papel del trabajo dentro de la sociedad socialista, porque:

«Solo trabajando se puede avanzar, solo trabajando se pueden producir los bienes que el país necesita, solo trabajando se puede producir más alimento, solo trabajando se debe salir de las dificultades más apremiantes que tenemos».

Una mención especial merece las agresiones estadounidenses en el período, abordada ampliamente en la reunión.Un año antes del V Congreso, el presidente William Clinton emitió la Orden Ejecutiva 6867mediante la cual declaró «emergencia nacional» e implementó un paquete de medidas coercitivas contra Cuba.Pocosdías después aprobó la Ley para la Libertad y la Solidaridad Democrática Cubanas de 1996 (Ley Helms-Burton), en la que reconocieron la posibilidad de una intervención armada.

En el discurso de clausura, el Comandante en Jefe dijo salir «con más seguridad que nunca de que estamos siguiendo el camino correcto».

Referencias

• Partido Comunista de Cuba (2025). Quinto Congreso del PCC. Partido de Comunista de Cuba. Obtenido de https://www.pcc.cu/index.php/quinto-congreso-del-pcc
• Radio Rebelde (2025). V Congreso del Partido Comunista de Cuba. Radio Rebelde. Obtenido de https://www.radiorebelde.cu/50-revolucion/congresos/5-congreso.html
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