Las cartas de Santiago

13 de Septiembre de 2025

Ilustración: Cortesía del autor

 

En Santiago de los Caballeros se firmaron, el 13 de agosto de 1892, las cartas que oficializaron la aceptación por Máximo Gómez de los planes llevados a cabo por José Martí y el Partido Revolucionario Cubano (PRC) y su designación como jefe del ramo militar.

 

Como se sabe, durante el desarrollo del denominado Programa de San Pedro Sula —Plan Gómez-Maceo (1884-1886)— se produjo la separación de José Martí de este empeño.  El malentendido fue causado por unas palabras ríspidas de Gómez y un comentario al respecto del general Antonio; después, una carta de Martí, sincera pero crudísima, heriría al viejo general; por eso, aunque disgustados, no se perdieron de vista: Martí siempre había aquilatado el valor de ambos generales para la causa cubana. Gómez y Maceo comprenderían durante ese lapso la importancia de la labor de Martí.

 

El 10 de abril de 1892 fue proclamado el PRC, del cual sería designado delegado. Entonces,para la organización y preparación de la guerra necesaria, era necesario hallar al hombre adecuado para conducir la empresa.

 

Martí sabía que era Gómez el hombre indispensable; no obstante, decidió que fueran los veteranos de las anteriores contiendas los que determinaran a quién encomendar el ramo militar. A mediados de agosto, ya las emigraciones se habían pronunciado a favor de Gómez como jefe militar: había llegado el momento de ir en su busca.

 

A finales de agosto de 1892, el Apóstol inició su viaje a las Antillas; poco después, llegó a Montecristi y se dirigió a la casa comercial donde trabajaban Panchito y Máximo, los hijos mayores del general Gómez. Luego marchó hacia la humildísima vivienda de madera y zinc, donde se hallaban la esposa y los niños pequeños. Era el 10 de septiembre.

 

Desde allí, a caballo, continuó Martí su viaje hacia Laguna Salada, poblado donde se hallaba la finquita La Reforma, en la que el viejo general, devenido agricultor, labraba el sustento de los suyos. Allí lo recibió Máximo Gómez, allí el Delegado y el mayor general conversaron largamente, allí zanjaron todas sus diferencias.

 

Juntos partieron el día 13 hacia Santiago de los Caballeros, donde se alojaron en la casa del médico cubano Nicolás Ramírez Peláez, veterano de la Guerra Grande. En esa casa, ese mismo día, a nombre del PRC, escribió Martí la histórica carta, en la que ofreció oficialmente a Gómez el mando supremo del Ejército Libertador:

 

«El Partido Revolucionario Cubano, que continúa, con su mismo espíritu de creación y equidad, la República donde acreditó Vd. su pericia y su valor [...] viene hoy a rogar a Vd., previa meditación y consejos suficientes, que repitiendo su sacrificio ayude a la revolución como encargado supremo del ramo de la guerra [...] Yo ofrezco a Vd., sin temor de negativa, este nuevo trabajo, hoy que no tengo más remuneración que ofrecerle que el placer del sacrificio y la ingratitud probable de los hombres».1

 

Allí mismo, escribió Gómez su aceptación:«En cuanto al puesto que se me ha señalado al lado de Ud., como uno de los viejos soldados del Ejército Libertador de Cuba, para ayudar a continuar la obra interrumpida, tan señalada honra, tan inmerecida confianza, no solamente deja comprometida mi gratitud, sino que, al aceptar, como acepto tan alto destino, puede Ud. estar seguro que a dejarlo enteramente cumplido consagraré todas las fuerzas de mi inteligencia y de mi brazo [...]».2

 

Las cartas firmadas por Martí y Gómez el 13 septiembre de 1892 en Santiago de los Caballeros vincularon a Gómez con la guerra que se preparaba y la labor del PRC; pero también atestiguan la grandeza de estos hombres, capaces de dejar a un lado pasados resentimientos para entregarse por completo a la causa de la independencia de Cuba.

 

Referencias

1 José Martí: “Carta a Máximo Gómez”, en Obras completas, t. 2, Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2007, pp. 161-163.

2Máximo Gómez: “Carta a José Martí”, en Mercedes Santos Moray: Subir lomas hermana hombres, Editorial Gente Nueva, La Habana, 2005, pp. 22-23.

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